Más impulso al liderazgo femenino empresarial

Debemos compartir historias que motiven, impacten e inspiren a otras mujeres a superar la adversidad y a desarrollarse en disciplinas como la ciencia y el campo de la invención.
A propósito del “Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia” -11 de febrero-, reflexiono sobre el asombroso impacto que tenemos las mujeres en todas las facetas de la sociedad, y nuestra capacidad de compartir historias que motiven, impacten e inspiren a otras mujeres a superar la adversidad en un mundo predominantemente operado por los hombres en las disciplinas de la ciencia y la invención.
Hoy celebramos a la famosa Marie Curie por sus premios Nobel en Física y Química; a Dorothy Hodgkin, quien mapeó la estructura de la penicilina; a Esther Lederberg y sus precursoras investigaciones en el campo de la genética; a Rosalind Franklin y su enorme contribución para la creación de los rayos X; Ida Tacke, quien descubrió dos elementos que se sumarían a la tabla periódica; a Lise Meitner que condujo el descubrimiento de la fisión nuclear; y a Hedy Lamarr, estrella de Hollywood que inventó el espectro ensanchado por salto de frecuencia -que se utiliza en los GPS, Bluetooth y en las conexiones WiFi-, desafiando todos los estereotipos, entre muchas otras increíbles mujeres que han marcado la historia de la humanidad.
En un contexto más actual, donde la tecnología juega un papel protagónico en la industria y las corporaciones, en México sólo 9 de cada 100 startups en tecnología son dirigidas por mujeres. Aunque no es una cifra del todo alentadora, el liderazgo y las habilidades de las mujeres en posiciones directivas en empresas de tecnología son destacables. Ejemplo de ello, son las direcciones generales para México de Google, Tesla, Carrot, Softtek, Waze y Facebook, entre otras.
Por otro lado, la Unesco señala que el promedio mundial de investigadores científicos mujeres solo es del 28%, aunque la cifra para Latinoamérica y Caribe es de 45.2% en lo que se refiere a ingenierías y ciencias exactas. Concretamente, en México se están logrando avances positivos en la participación de mujeres en el campo científico/tecnológico, pues el 36% del sistema nacional de investigadores de Conacyt está conformado por mujeres. En diciembre de 2016 el 46.6% de becas de posgrados en ciencias y tecnología fueron otorgados a mujeres. La meta de la paridad de género en cuanto a registro de patentes sigue lejana, pero hay avances significativos.
En materia de liderazgo femenino, si bien hay una subrepresentación en las empresas en los cargos de toma de decisiones (la representatividad hombre/mujer en el caso de cargos gerenciales es 70/30, en directivos 90/10 y los Directores Generales son en 99% hombres), en la vida diaria es palpable el valor que aportamos las mujeres que hemos logrado superar estas barreras.
Un ejemplo de ello es American Chamber, organización que representa a la comunidad binacional de negocios (México-Estados Unidos) en México, en la cual el 70% de las posiciones del liderazgo están a cargo de mujeres, incluida la presidencia de la Cámara a nivel Nacional, la Dirección General y los Comités de Derechos de Propiedad Intelectual, Innovación, Tecnologías de la Información y Diversidad e Inclusión, entre otros.
En paralelo AmCham encabeza un exitoso programa de mentoría teórico-práctica, diseñado para impulsar el liderazgo femenino en las empresas.
Ello implica generar entornos inclusivos al interior de las organizaciones, los hogares y escuelas, para promover la preparación y la participación de las mujeres, aprovechando su enorme potencial creativo particularmente en el campo de la innovación.