Ingresa Gabriela Ortiz a la Academia de Artes

La compositora Gabriela Ortiz destacó que la libertad creativa es un derecho único del artista, con la cual cualquier punto de partida puede convertirse en el potencial de una obra nueva y donde la única limitante es la imaginación detrás de las estrategias de trabajo.

Así lo externó durante su discurso de ingreso a la Academia de Artes, como miembro de número, en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, donde afirmó que “La música me eligió a mí y no yo a ella”.

El discurso fue contestado por el músico Mario Lavista, acompañado por la directora del INBA, Lucina Jiménez, y la arquitecta Louise Noelle Gras, se apuntó en un comunicado.

La creadora explicó que la inspiración y la pasión son los combustibles que alimentan la imaginación y producen las ideas; mientras la curiosidad es el vehículo que da forma y contenido al trabajo; además de que la relación intérprete-compositor es fundamental, ya que da vida a la música.

Por ello, es importante que nuestras instituciones comprendan que los ejes fundamentales de la creación, como la escritura de obra, su grabación y difusión, no pueden quedar al margen de la política cultural nacional”, señaló.

Expuso que, debido a decisiones personales de tipo conceptual, político y vivencial, el fenómeno de la multiculturalidad, causada por la globalización, el desarrollo tecnológico y las migraciones, han tenido un impacto fuerte en su trabajo, como sucede con su obra comisionada por la Filarmónica de Los Ángeles.

Ortiz recordó la relación que ha mantenido con la música desde su infancia hasta su etapa formativa y desarrollo profesional, la cual fue marcada tanto por el gusto que sus padres mantuvieron por este arte, como por una constante disciplina y curiosidad.

Mencionó su paso por la Escuela de Música Ollin Yoliztli, bajo la tutela de Mario Lavista; y por la Facultad de Música de la UNAM, con Federico Ibarra; así como su aprendizaje en Inglaterra y Estados Unidos, donde aprendió música electroacústica.
Lavista dijo que “su música habla con una voz personal, que encuentra sus raíces en dos tradiciones irreconciliables en apariencia: las modernas técnicas occidentales y las músicas populares de México y otras latitudes”.