¿Por qué se te quedan palabras en la punta de la lengua y cómo evitarlo?

  • Te has quedado pensando un buen rato en cómo se llamaba alguien o quién protagonizaba esa peli. Lo sabes, pero no te sale. Estás a punto de decirlo.

Ay, cómo se decía esta palabra… Lo tengo en la punta de la lengua». ¿Cuántas veces te has quedado a punto de decir algo o de acordardate del nombre de una persona y has dicho esta frase? No estás perdiendo la memoria. Tranquilo, todos hemos sido víctimas de este fenómeno alguna vez.

Cuando pierdes cualquier objeto concreto sabes perfectamente lo que estás buscando, pero necesitar un sustantivo, adjetivo o verbo (nombres propios sobre todo) en un momento determinado puede ser muy difícil por el amplio abanico que hay. Existen demasiadas opciones a tu disposición. Todo el mundo, en algún momento de su vida, ha visualizado con claridad la palabra en la cabeza, sabes que lo sabes, pero no has sido capaz de verbalizarla y al final acabas utilizando alguna alternativa como «esa cosa» o intentando salir por otro lado.

«Esto es universal y le pasa a todos los hablantes de diferentes lenguas. No discrimina ni por edad ni por sexo», afirma Lise Adams, profesora de Ciencias Lingüísticas y Cognitivas del Pomona College, California, Estados Unidos. Se denomina fenómeno de la Punta De la Lengua (PDL) o letológica y también suceden en las lenguas orales: las personas que hablan por señas sufren síndrome de la Punta Del Dedo (TOF, siglas en inglés). El elevado uso de este tipo de expresiones pone de manifiesto la tendencia humana a olvidar los nombres de elementos y personas sin razón aparente. Los humanos necesitamos acceso a determinados sonidos para pronunciar palabras. Y por diferentes razones, el acceso a ellos se debilita o se interrumpe. Como resultado no los podemos emitir cuando los necesitamos. No debes preocuparte. Este fenómeno es algo que le ocurre a todo el mundo y que seguirás padeciendo toda la vida

«Por un lado, podemos hablar de una parte a nivel de conocimiento (semántico). Sabemos que conocemos la palabra, tenemos la certeza. Y por otra parte, a nivel lingüístico (fonológico). Lo que se produce es una activación fonológica incompleta en presencia de una activación semántica total», explica David Facal, profesor del Departamento de Psicología Evolutiva de la Universidad de Santiago de Compostela, España a ‘BBC mundo’.

El primer estudio se llevó a cabo en 1966 y en él se observó que los individuos podían recordar muchas más cosas acerca de la palabra que querían decir y la reconocían cuando se les presentaba, pero no en el momento en que debían expresarla. Aunque no hay certeza de qué es lo que lo provoca, hay varias hipótesis. La fatiga, el cansancio, la edad y el deterioro congnitvo hace que uno de los sonidos de la palabra no se active y no podamos pronuncinar la forma léxica completa.