La ilustración de moda como forma de arte

Andy Warhol nunca se preocupó por las fronteras del arte y el negocio. Es más, se instaló allí y allí hizo fortuna. Llegó a decir que lo que más le gustaba era «pintar dinero», pues para él una obra podía traducirse en un montón de billetes y no perder su esencia. Sin embargo, más allá del caso de este «popartista», esa relación de intereses, de mundos, se ha visto con recelo a lo largo de los años. Y la ilustración de moda, instalada también en esa brumosa y fructífera línea, no ha sido menos. La duda está ahí y viene de largo: ¿puede una obra por encargo, y con un fin empresarial determinado, convertirse en arte?

Esa es la pregunta que recorre la médula de la última exposición del Museo ABC en colaboración con un ambicioso proyecto que ha rescatado más de 150 obras del cajón de la ropa para colgarlas en las paredes de su edificio. Porque para su comisario, Jesús Cano, no hay ninguna duda: «Hace tiempo que la línea entre el arte y la ilustración de moda se ha desvanecido. Hace tiempo que a estos creadores se les dejó de poner el adjetivo de “comerciales” Es el mejor momento para reivindicar la ilustración de moda como una forma de arte en sí misma».

Para ello, ha reunido el trabajo de 22 creadores de distinta condición, edad y nacionalidad, convirtiéndose así en la primera gran exposición internacional del centro, que además forma parte del programa oficial del Madrid Design Festival.