La carne de reno es una de las pocas carnes que se vende en los comercios con la garantía de que proviene de animales que se alimentan única y exclusivamente de los frutos y plantas que brotan en los bosques. Antes de que la deliciosa carne de este “semi-domesticado” animal llegue a nuestras mesas, le precede un proceso del cual los granjeros actuales son herederos. Unos conocimientos que proceden de antaño y que los granjeros deben conocer a la perfección.
El tradicional saber-hacer de los granjeros ha hecho posible que hoy podamos degustar el sabor de las severas condiciones que se hallan en el Norte de nuestro planeta. Los renos solo comen alimentos naturales. Su dieta esta compuesta por alrededor de 300 variedades entre plantas y frutos (bayas y setas). Su excelente carne fue reconocida, en el año 2009, por la EU Protected Designation of Origin (Denominación de Origen).
La carne de reno es una valiosa fuente de nutrientes. Según estudios, contiene mucho hierro, proteínas, selenio y muchas vitaminas, tales como la A, E, así como vitaminas del grupo B. La carne de reno es baja en grasa pero contiene muchos ácidos grasos beneficiosos para la salud. El selenio, si se combina con la vitamina E, previene enfermedades cardio-vasculares y el cancer. Además, también es apta para las personas alérgicas al trigo.
En Finlandia, los renos se crían de manera natural, en ningún caso se usan alimentos tratados o complementos artificiales. Estos animales son sacrificados una vez al año, durante el otoño y principios de invierno, cuando su carne esta en las mejores condiciones, y es durante esas semanas cuando es posible encontrar carne fresca en los comercios. Pasado este periodo tan solo se puede comprar la carne congelada. La carne de reno soporta estupendamente bien la congelación debido a sus finas fibras musculares protegidas por una finita capa de grasa.
La mayoría de renos son sacrificados en mataderos que se ajustan a las normas de la UE. Pero también los granjeros, si venden la carne directamente o simplemente la usan para ellos, pueden sacrificar sus animales en su propia granja.
En las antiguas fábulas, los renos eran el rebaño del Sol, entregado a los humanos como regalo para que pudieran sobrevivir en las duras condiciones de la vida del Norte. Los renos son mucho más que una fuente de alimento, son la fuerza de union entre la cultura Sami y los granjeros finlandeses. La vida en Laponia gira en torno a este animal.