Meditación: Cómo practicarla para aprovechar sus beneficios

Ante un mundo acelerado y fuente continua de estrés, una de las opciones más aptas para hacerle frente es la meditación, aunque parezca casi imposible de practicar para los más ocupados.

Sin embargo, no se necesita internarse en una cueva, vestirse de cierta forma o profesar una filosofía para realizar esta práctica y obtener sus beneficios.

Meditar no significa dejar de tener pensamientos, como se cree comúnmente. La meta no es despejar la mente, sino concentrarla, por unos cuantos nanosegundos, y volver a empezar siempre que haya distracciones.

Perderse y volver a empezar no es fallar en la meditación, es tener éxito en ella. La meditación puede ser difícil, sobre todo al principio, pero se facilita con el tiempo y la práctica.

Además, existen cientos de variedades de meditación. Una de ellas, la meditación de la atención, por ejemplo, derivó del budismo, pero no requiere adoptar un sistema de creencias ni declararse budista para practicarla.

Beneficios de la meditación

  • Meditar mejora el funcionamiento y la respuesta del sistema inmunológico.
  • Reduce la presión arterial.
  • Favorece la recuperación después de la liberación de cortisol, la hormona del estrés.
  • Retarda la atrofia del cerebro relacionada con el envejecimiento.
  • Mitiga los síntomas de depresión y ansiedad.

La homeostasis es la capacidad que tiene el cuerpo para mantener y regular sus condiciones internas, lo que asegura que funcione de manera adecuada.

Algunos aconsejan meditar de 5 a 10 minutos al día. La constancia es más importante que la duración de la practica.