Después de la controversia en la que se vio envuelto el mal manejo de medicamentos de tratamiento especial en la pasada administración, el Gobierno municipal a través del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (SDIF) se vinculó con la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COEPRIS), a fin de garantizar el servicio 100 por ciento confiable a los beneficiarios de la toxina botulínica y otros servicios.
La presidenta del DIF capitalino Nancy Puente Orozco, expuso que desde el inicio de la administración municipal se dieron a la tarea de buscar la valoración de las instancias reguladoras de los servicios de salud, para transparentar los procesos de salud que se ejecutan en el Centro de Desarrollo Comunitario Maravillas y en la Unidad Básica de Rehabilitación.
“Nos tardamos un poco en retomar la aplicación de la toxina pero teníamos que hacerlo porque estamos conscientes de la responsabilidad que representa y hoy si podemos garantizar la calidad de los medicamentos”, aseguró.
Informó que previamente, personal especializado hace la valoración a cada paciente que es atendido en la Unidad Básica de Rehabilitación del DIF, para determinar quienes son candidatos a recibir el tratamiento, “es un estímulo complementario para los pacientes que presentan espasticidad combinado con terapias de rehabilitación paralelamente”, refirió la presidenta del DIF municipal.