Valverde se desmarca del fichaje de De Jong

La poca empatía mostrada por Ernesto Valverde al hablar de la incorporación de Frenkie de Jong es inversamente proporcional al estado de euforia con que ha recibido el barcelonismo el fichaje del joven mediocampista holandés del Ajax. El entrenador azulgrana, que en pasadas semanas ya se había manifestado con frialdad al referirse al jugador, volvió a dejarlo de manifiesto este sábado, dando a entender que él, personalmente, ha tenido poco, o nada, que ver.
El fichaje es una operación “de club” tal y como le trasladó el presidente del Barcelona a De Jong, haciendo especial hincapié en que el Barça, por encima de los entrenadores, mantiene una idea innegociable en su fútbol. Daría la sensación que Valverde se pone a sí mismo fecha de caducidad en el banquillo al acabar este curso.
Sí se sabe, lo confirmó el propio futbolista, que tanto Guardiola como Tuchel conversaron con De Jong trasladándole su interés, Valverde nunca habló con él, tal y como también reconoció. Esa actitud pasiva, señalándose a sí mismo como un simple empleado y sin ninguna capacidad de liderazgo que, sin embargo, sí tuvo Messi, conociéndose que el argentino sí llamó a Amsterdam, devolvió al escenario todas las dudas con el entrenador azulgrana.
“No puedes hablar con un jugador con contrato… Cada uno tiene su forma de actuar pero eso no entra en mi código. El club ha actuado de una manera determinada y no tengo más a decir”, explicó el técnico, dando la sensación de quedar muy al margen de la llegada del mediocampista holandés.
“De Jong viene de un club con parámetros coincidentes al Barça… Pero deberá adaptarse. El club tiene que mirar eso, incorporando jugadores que vayan enriqueciendo el juego y pensar en el futuro para que sea importante en la estructura del club”, enfatizó Valverde, en un discurso tan sereno como claro, trasladando esa certeza de su poco peso en la decisión del fichaje.
Pocas veces ha existido en los últimos años tal nivel de coincidencia en considerar un fichaje como “trascendental” en la política deportiva del club azulgrana. Con De Jong se sostiene que el Barça incorpora a un líder indiscutible en el césped, llamado a aprender al lado de Messi y convertirse en el sucesor que un día debió esperarse de Neymar.
De Jong, junto a Arthur, Aleñá, Dembélé, Lenglet, Totibo o Riqui Puig está llamado a perpetuar la filosofía futbolística azulgrana, la que Bartomeu proclamó “está por encima de un entrenador” y que hizo servir para convencerle personalmente, preguntándose “qué futuro tendrá el Manchester City después de Guardiola o cuál es la personalidad de un PSG que ha variado de entrenadores y sistemas en los últimos años”.
A partir de aquí, y del discurso de Valverde, alejándose del plano respecto al jugador holandés, crece tanto la impaciencia como la duda al pensar en el futuro que se plantea el técnico en el Camp Nou. Pocas veces se contempló a un entrenador tan poco comprometido con la política deportiva del Barça en clave de futuro.