- Con goleada al Huesca, el conjunto ‘colchonero’ continúa con su plan ascendente y escolta al líder blaugrana en la Liga de España
El Atlético de Madrid se sobrepuso a las numerosas bajas con las que afrontó el partido contra el Huesca para llevarse bajo la niebla una victoria obligada ante el colista y mantener así el pulso por el título liguero con el Barcelona.
El conjunto local se quedó tan helado como la espesa niebla que se cernió durante todo el partido en su estadio ante los madrileños porque sigue sin ver puerta, a diferencia del cuadro rojiblanco, que se hizo con el control del partido desde el primer segundo.
Sin embargo, en un contragolpe, el defensa Jorge Pulido enganchó un centro de media chilena y envió el balón al palo izquierdo de la meta de Jan Oblak en el minuto 12. Apenas un minuto después el colombiano Santiago Arias fue oportuno para quitarle un balón de la punta de la bota a Enric Gallego que se quedaba solo ante el meta foráneo.
Aunque los rojiblancos eran los que marcaban el ritmo, la velocidad de los azulgranas al contrataque ponía en jaque a su oponente con un arribo de Enric Gallego para dejar solo al «Cucho» Hernández ante Oblak que resolvió el arquero del Atlético. Lo mismo hizo su contraparte, Roberto Santamaría, al achicar y salvar su meta ante una llegada de Thomas Lemar al 19’.
El Atlético no perdonó en la siguiente que tuvo y en una gran combinación entre Lemar, Koke y Lucas Hernández, al 31’, este último estrenó su cuenta goleadora con el equipo madrileño e inauguró el marcador con un remate en el segundo palo tras haberse sumado al ataque.
El inicio del segundo periodo fue para el Atlético con dos claras oportunidades, de las que aprovechó una: la primera, en el 49’, la erró Correa en un mano a mano con Santamaría, pero en la segunda Antoine Griezmann, desaparecido hasta entonces, cruzó un pase al lado contrario en el área para que Arias empalmara a la red el esférico sin dejarlo caer.
A pesar de que ya todo parecía decidido, el conjunto local no se rindió y volvió a tener la oportunidad de meterse en el partido. En el minuto 58, y a la salida de un tiro de esquina, el uruguayo José María Giménez envió un balón hacia su portería que salvó su compatriota Diego Godín y en el rechace siguiente Moi Gómez pudo marcar, pero su disparo dio en un defensa.
Y la historia, como en los primeros 45 minutos, volvió a repetirse: un centro de Lucas Hernández fue rematado por Griezmann al poste y el rechace posterior fue definido por Koke para cerrar el partido.
Con la victoria el conjunto madrileño mantiene una impecable racha de cinco victorias en los seis últimos enfrentamientos que le permiten seguir en la pugna por el título.