Los coches autónomos aprenderán a ver mejor gracias a este crustáceo

  • Científicos desarrollan una tecnología de cámaras basadas en la visión del camarón mantis.

Los crustáceos pueden considerarse los superhéroes submarinos. Con sus resistentes exoesqueletos y amenazadoras pinzas, parecen salidos de una película fantástica. Algunos de ellos, como la langosta, pueden incluso llegar a superar los cien años de longevidad, y aunque normalmente son valorados por sus cualidades culinarias, esta vez han servido de inspiración para el desarrollo de una sofisticada tecnología de visión con aplicaciones en el campo de los coches autónomos. En este caso, se trata de un habitante de los arrecifes de coral australianos que tiene varias peculiaridades: el camarón mantis (gonodactylus smithii).

Por un lado, propina los puñetazos más potentes del reino animal, golpeando con la velocidad de una bala (350 m/s). Pero ahí no acaba la cosa, ya que también cuenta con un complejo sistema de visión que le permite detectar presas en aguas superficiales con fuertes contrastes de luz. Y esos problemas de contraste suponen un reto tecnológico en el terreno de los vehículos autónomos.

En el año 2016, un accidente se cobró en EEUU la primera víctima mortal de un coche autónomo. ¿La causa? Que las cámaras de visión del vehículo fueron incapaces de discriminar entre el resplandor del cielo y un camión blanco. El percance empujó a Viktor Gruev, investigador de la Universidad de Illinois, a preguntarse si había alguna tecnología capaz de solventar el problema.

Para ello se fijó en el sistema de visión del camarón mantis, que es capaz de discernir al mismo tiempo entre las zonas más oscuras y más iluminadas de su territorio de caza.