Fallece Claudio López Lamadrid, director editorial de Penguin Random House

  • El director editorial en Penguin Random House perdió la vida por un infarto cerebral.

De acuerdo con la Cuenta Satélite de la Cultura de México (CSCM), en el año 2016 las artesanías en su conjunto presentaron una contribución del 13.5% del Producto Interno Bruto del sector de la cultura, esto es, 0.4% del PIB nacional, lo que equivale a 83 mil 184 millones de pesos, esto es más de lo que generaron en su conjunto el diseño y servicios creativos, la industria editorial y la música y conciertos.

Esta rama tan pujante de la economía fue sacada de la Secretaría de Desarrollo Social —hoy Secretaría de Bienestar— y ahora pertenece a la Secretaría de Cultura, una resectorización que es vista con preocupación por estudiosos y analistas del arte popular, como Martha Turok,Victoria Novelo y Carlos Lara.  Entre ellos hay una coincidencia, aseguran que este sector que aporta al PIB más que la industria básica del hierro y del acero, requiere más que un cambio de sector; lo que hace falta es abordarlo desde un enfoque transversal que incluya diversos aspectos, como turismo, economía, ciencia y tecnología, salud y cultura.

“Qué se gana, no sabemos; creo que eso sólo lo sabe la recién nombrada directora del Fonart, o quién la haya asesorado en esa peregrina idea de poner puertas al campo. Me parece que lo veremos pronto, yo no puedo decir que esto tiene detrás un diagnóstico o no, pero la actividad artesanal es una actividad eminentemente económica, no es ornamental, no es crear para adornar las oficinas de gobierno, no es crear para vender en las tienditas Fonart a quien quiera comprar, no es crear para mantener a los artesanos bajo la visión que tiene el decreto de creación”, afirma Carlos Lara, especialista en política cultural.

Para el estudioso habría beneficio para los artesanos y para el arte popular si Fonart hubiera pasado a la Secretaría de Economía. “¿Qué tienen que hacer los artesanos en el combate a la pobreza cuando estaban en Sedesol?, pues nada, se les veía como agentes creativos para los que había que crear una política asistencial para que sobrevivieran.  Bueno ‘sácalos de ahí y llévatelos a Economía’, pero en lugar de eso tuvieron la brillante idea de regresarlos a Cultura, donde lo único que creo que van a poder hacer son unos libros maravillosos, unos CofeeTable Books que, espero, por lo menos, que estén a la altura de los que hace Fundación Banamex. Es lo único que creo que van a hacer” El presupuesto asignado a Fonart en 2019 parece darle la razón a Carlos Lara, sólo es de 79 millones de pesos y aún saldrá de Secretaría de Bienestar (antes Sedesol). Eso lleva a Martha Turok, otra gran conocedora del arte popular, a señalar que la política en arte popular debe tener un enfoque transversal, y los programas, ser integrales.

“Uno de los beneficios que esperaríamos que suceda al salir de la ex Sedesol, hoy Bienestar, es que ya no se aplique el cuestionario CUIS (Cuestionario Único de Información Socioeconómica), que ya no tengan que ser los más pobres de los pobres para poder recibir un beneficio de compra directa…”

Sin embargo, agrega, que si la Cámara de Diputados a la hora que asigna los fondos a la Secretaría de Bienestar sigue poniendo el candado sobre esos fondos del ramo 23, entonces no valió la pena cambiarlo de sector. “Entonces no fue una resectorización completa”, asegura Martha Turok. Para la doctora e investigadora del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), Victoria Novelo, el cambio no garantiza ningún progreso, más bien un riesgo de que ahora sólo se vea a la artesanía como cultura y a los artesanos como creadores. “El arte popular es una producción económica con un cierto proceso de trabajo, porque está ubicada en México, que es un país con un sistema capitalista de producción; las artesanías básicamente están dirigidas al mercado, eso quiere decir que en el mercado es una mercancía que tiene un cierto precio que le impone el mercado o la persona que lo produjo; al pasar a la Secretaría de Cultura todo este aspecto que involucra conocimientos técnicos, muchas veces matemáticos, ciencia y tecnología… toda esa parte en la Secretaría Cultura la van a ignorar, me imagino, porque no son especialistas”.