Llegada de Secretaría desplaza espacios culturales en Tlaxcala

  • Las Casas de la Música y del Artista fueron reubicadas; pero hasta ayer no había movimiento que indicara el arranque de las labores de la dependencia federal.

La Secretaría de Cultura federal aún no llega a Tlaxcala y ya generó el desplazamiento de dos espacios culturales: la Casa de la Música y la Casa del Artista. Como el organismo federal ocupará el Palacio de la Cultura, donde por años estuvo la Casa de la Música, esta última fue trasladada a la Casa del Artista, a unas cuantas cuadras, en la ciudad de Tlaxcala. Mientras que las actividades que se realizaban en la Casa del Artista fueron reacomodadas en museos, galerías e incluso en la sede de Instituto Tlaxcalteca de la Cultura (ITC) que se encuentra en el municipio de Apizaquito.

En el Palacio de la Cultura todavía no hay ninguna señal que indique que será la nueva sede de la Secretaría de Cultura, tampoco se informa que ya no es más la sede de la Casa de la Música, y sólo es posible tener acceso a esa información cuando se le pregunta a los vigilantes del lugar, únicas personas que se encuentran ahí.

A tres cuadras del Palacio de la Cultura está la Casa del Artista, nueva sede de la Casa de la Música, ahora en un espacio de menor tamaño donde un cartel ya la presenta como tal. Pero nada explica al público que hay nuevos cursos y que los que había de fotografía, italiano y exposiciones de arte, narrativa o literatura náhuatl fueron reubicados en otros espacios.

Esta Casa del Artista, ubicada en Av. Miguel de Lardizábal y Uribe 14 (Tlaxcala), fue fundada el 1 de agosto de 2008, tiene una superficie de 582 metros donde trabajaban alrededor de 15 empleados y beneficiaba a cerca de 250 personas.

Personal del ITC asegura que la Casa del Artista no desaparece, sino que sus actividades tendrán otras sedes y que no hay ningún despido. De acuerdo con el portal Sistema de Información Cultu-ral(sic.gob.mx), el inmueble cuenta con un auditorio, así como con cuatro salas, donde se realizaban talleres de pintura y dibujo, entre otros.

Los traslados de sedes y actividades no se han informados suficientemente al público, y aunque personal del Instituto asegura que sí hubo avisos, muchas personas desconocen dónde continuarán las actividades. La Casa del Artista estuvo cerrada desde el 14 de diciembre y se suponía que abriría el 2 de enero. Una de las personas que tomaba el taller de pintura y dibujo ha venido y no le explican lo que sucede.

“Vine a pedir información y me mandaron con el director general, pero ni siquiera sé quién es. Yo necesito información porque dejé una de mis creaciones aquí. Manifiesto mi inconformidad pero aquí —en la actual Casa de la Música— se lavan las manos, me dicen que le pregunte a la licenciada Anayeli López Maravilla, directora de la Casa del Artista, porque ella se llevó todo, pero ella no se llevó las cosas ‘por sus pistolas’, fue por mando de alguien”, declara la señora quien prefiere omitir su nombre por temor a represalias. “Es un despotismo que no se vale, quizá convivan, de acuerdo, todos lo hacemos, pero hay un lugar y hora adecuada”, agrega la señora y comenta que al inscribirse en la entonces Casa del Artista, Anayeli López les pidió documentos como copia de acta de nacimiento, comprobante de domicilio y un pago mensual de 380 pesos, así como datos personales, por lo que aún se pregunta por qué no los contactó para avisarles que ya no estarían los talleres.

Comunidad dividida. Édgar Landeros, médico y actor, declara que ante la reorganización de espacios culturales en Tlaxcala, la comunidad se encuentra dividida. “Los habitantes de Tlaxcala son los inconformes, porque la Casa del Artista es un espacio muy pequeño como para atender la demanda cultural”. Y es que ahora este espacio deberá atender a los 350 alumnos que acudían a la Casa de la Música.

Landeros dice que la mayor parte de actividades culturales de la Casa del Artista fueron trasladadas a San Luis Apizaquito. Para llegar a esa localidad del municipio de Apizaco se requiere gastar por lo menos 60 pesos para transporte, así como destinar más tiempo. Otros afectados por la llegada de la Casa de la Música a la Casa del Artista son los trabajadores, quienes dicen que no fueron notificados de los movimientos y que supieron de los cambios al regresar de vacaciones y vieron que ya no tenían instalaciones.