Aprecian peso

  • A diferencia de las devaluaciones de fin de sexenio del siglo pasado y la creciente depreciación acumulada en cada sexenio durante el presente siglo
  • Continuar apreciando el peso mexicano a partir del 8 de enero del 2019 hasta inicios de la próxima Semana Santa y Semana de Pascua

La crisis económica, comercial, petrolera, monetaria, fiscal y financiera del sexenio de Enrique Peña Nieto (2012-2018), tiene su origen en la creciente deuda externa que asciende a -201 mil 811.5 millones de dólares; aumentar la deuda interna a -10 billones 427 mil 506.1 millones de pesos; obtener la mayor pérdida de los ingresos de petróleo del presente siglo al ascender a -15 billones 516 mil 204.92 millones de pesos; registrar el mayor saldo negativo en la balanza comercial petrolera de -134 mil 340 .9 millones de dólares; convertir a nuestro país en un importador neto de gasolinas, gas licuado, propano, naftas, diésel y combustóleo por un valor económico de -155 mil 382.75 millones de dólares; obtener un creciente saldo negativo en la balanza comercial de -252 mil 881 millones 446 mil dólares; y alcanzar un cuantioso déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos de -146 mil 056.8 millones de dólares.

En los resultado se registra un saldo negativo de -229 mil 070.5 millones de dólares en la balanza financiera; el mayor déficit fiscal acumulado de -10 billones 408 mil 771.2 millones de pesos; incrementos en 14 ocasiones la tasa de interés con un total de 500 puntos base a un nivel del 8.00 por ciento; disminución de -22 mil 235.1 millones de dólares de las reservas internacionales; y a diferencia de todo lo anterior, aumentando los billetes y monedas en circulación 105.17 por ciento para alcanzar un nivel histórico de 1 billón 566 mil 428 pesos, resultando una creciente depreciación del peso mexicano, cuyos efectos devastadores se presentan al incrementarse los precios de los bienes y servicios, creciendo el desempleo, disminuyendo la producción, reduciendo la inversión, mermando todas las actividades económicas, aumentando los servicios de la deuda interna y externa, así como disminuyeron los salarios y se afectó directamente el poder de compra de  62 millones 374 mil 662 trabajadores registrados en nuestro país.

En la última semana del sexenio de Enrique Peña Nieto (2012-2018), se autorizaron sin respaldo de reserva internacional 18 mil 597 millones de pesos para alcanzar el mayor nivel histórico de la base monetaria de 1 billón 566 mil 428 millones de pesos en la impresión de nuevos billetes y acuñación de monedas, logrando que un billete de 100 pesos con un valor actual de 41.40 pesos, se despeñara -58.60 pesos a finales del sexenio pasado en noviembre del 2018.

Es importante destacar que durante las primeras cuatro semanas de la actual administración pública federal, se registró un resultado dual que requiere continuar incrementando la reserva internacional para fortalecer los activos monetarios y evitar la impresión de nuevos billetes y acuñación de monedas para lograr una corrección cambiaria en el período de mayor demanda de divisas extranjeras que se presenta a partir del pasado 12 de diciembre del 2018 y concluye el próximo 7 de enero del 2019.

El primer resultado positivo se registró al incrementarse la reserva internacional 1 mil 807 millones de dólares al pasar de 172 mil 802 millones de dólares al cierre del 2017 a 174 mil 609 millones de dólares al 28 de diciembre del 2018.

Los activos monetarios se vieron fortalecidos por un crecimiento de 112 mil 269 millones de pesos en los créditos a instituciones bancarias y deudores por reporto de valores.

Es importante destacar que se continúan imprimiendo nuevos billetes y acuñando monedas por un valor de -8 mil 993 millones de pesos, mismos que se pusieron en circulación en la cuarta semana de la actual administración pública federal para alcanzar una base monetaria de 1 billón 681 mil 384 millones de pesos con un incremento anual de 8.9 por ciento que supera a la tasa de crecimiento de la economía y la población.

El nuevo gobierno federal aumento sus depósitos de sus propias cuentas en moneda nacional y extranjera por un monto de 61 mil 210 millones de pesos y se incrementaron los pasivos con fines de regulación monetaria por un valor de 45 mil 737 millones de pesos, en su gran mayoría provenientes de depósitos de instituciones bancarias y acreedores por reporto de valores.

Es de destacar el decremento de -971 millones de pesos en los depósitos del Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo que el sexenio pasado alcanzó una cifra al cierre de 262 millones de pesos y en las primeras semanas de la actual administración pública federal se ubica en 1 mil 247 millones de pesos, con lo cual comprueba y demuestra los resultados económicos inmediatos del Plan Nacional de Rescate de la Producción de Hidrocarburos que revierten la declinación registrada en la Plataforma de Producción Petrolera durante la pasada administración 2012-2018.

A diferencia de las devaluaciones de fin de sexenio del siglo pasado y la creciente depreciación acumulada en cada sexenio durante el presente siglo, se registró una significativa disminución de -45 mil 365 millones de pesos en otros pasivos, lo cual exige de inmediato tomar las medidas monetarias adecuadas, correctas y oportunas para contrarrestar los efectos de una mayor demanda de dólares en la actual temporada alta denominada Lupe-Reyes que colocará al tipo de cambio en niveles superiores a 19.5878 pesos por dólar, resultando una prospectiva inferior para continuar apreciando el peso mexicano a partir del 8 de enero del 2019 hasta inicios de la próxima Semana Santa y Semana de Pascua.

La apreciación a futuro del peso mexicano se encuentra sujeto en lo interno a las siguientes recomendaciones que tendrán que aplicar urgentemente los nuevos integrantes del Banco de México (BANXICO): continuar incrementando las reservas internacionales que respalden los billetes y monedas en circulación, aumentar los activos internacionales, evitar la impresión de nuevos billetes y la acuñación de monedas que sean colocadas sin respaldo entre las empresas, trabajadores y el propio sector público, dejar de financiar vía monetaria el creciente déficit federal, reducir los pasivos monetarios, así como disminuir la base monetaria.