Presupuesto 2019. “Put your money where your mouth is”

Esta frase tan usada por los norteamericanos, que en español podría significar algo así como “Pon tu dinero en donde está tu boca”, y que se refiere a la congruencia entre lo que se dice y lo que se hace con los recursos financieros, podría explicar la estructura del Presupuesto de Egresos de la Federación para 2019.

El Ejecutivo federal presentó el sábado pasado el Paquete Económico 2019 ante el Congreso, el cual ha venido a despejar las incógnitas y preocupaciones sobre un proyecto que pudiera afectar negativamente a las finanzas públicas y amenazar así, a la estabilidad macroeconómica. Podremos diferir en cuanto al destino de los dineros púbicos, pero sin duda, el proyecto mantiene los criterios (muy neoliberales, por cierto) de disciplina fiscal, déficit y endeudamiento razonables. Igualmente, privilegia un enfoque de austeridad basado en una expectativa de crecimiento lento (entre 1.5% a 2.5% del PIB) para la economía mexicana durante 2019. Pero al mismo tiempo, siguiendo el criterio de la frase que titula esta colaboración, plantea una reasignación importante de recursos hacia los proyectos delos que ha hablado insistentemente la nueva administración.

El documento de Criterios de Política Económica del Paquete 2019 plantea que “Para el ejercicio 2019 se prevé que los ingresos presupuestarios totales asciendan a 5,274.4 mmdp, 6.3% superior en términos reales a lo que se consignó en la LIF 2018, lo que representa una reducción de 0.5% si se compara con el cierre estimado para 2018.” Siguiendo las promesas de campaña de este gobierno, la estructura tributaria se mantendrá sin cambios; lo que supone un escenario de ingresos similar al de años pasados.

El Proyecto de Presupuesto será de 5,778.3 mmdp, 6.1% más alto que el PEF 2018. Diversos analistas como Sergio Sarmiento y Enrique Quintana destacan que el presupuesto sigue las líneas de administraciones anteriores y se orienta a la austeridad, con una reducción de 7.8% en el gasto de operación de los Ramos Administrativos respecto a 2018. Pero si bien existen pocos cambios en el monto del presupuesto, la estructura del mismo sufrió reasignaciones importantes.

Un aspecto a destacar y que seguro dará mucho de qué hablar a los “sospechosistas”, es la reducción que se aprecia en ambas Cámaras del Congreso de la Unión, equivalente al 22%; en el Poder Judicial (11.8%) y en los órganos constitucionales autónomos como el INE, cuyo presupuesto se redujo en 35.1% y el INAI con un decremento de 17.9%. Los órganos reguladores que enfrentaron mayores reducciones fueron la Comisión Reguladora de Energía y la Comisión Nacional de Hidrocarburos con recorte de más del 30% de su presupuesto. En cambio, PEMEX (+14.1%) y CFE (+8%) recibirán incrementos en sus asignaciones presupuestales.

Las dependencias que enfrentaron recortes fueron la Oficina de la Presidencia de la República (-15.9%); Gobernación (-9.0%); Relaciones Exteriores (-8.8%), y Hacienda y Crédito Público (-17.8%).Correspondiendo los mayores recortes a Medio Ambiente y Recursos Naturales (-32.1%); Agricultura y Desarrollo Rural (-28.5%); Comunicaciones y Transportes(-24.4%), y Función Pública (-27.1%). Por su parte, Economía, Marina, Salud, Cultura y la PGR enfrentaron recortes menores al 10%.

Sin embargo, este presupuesto se reasignó a los ramos de otras dependencias. Energía tendrá uno de los mayores incrementos con 961.3% más de presupuesto, mientras que en Trabajo y Previsión Social aumentará un 932%. El ramo de Turismotendrá un incremento de 116.0%. Por otra parte, la nueva Secretaría del Bienestar aumentará sus recursos en 40.8% respecto a SEDESOL, como también Defensa Nacional (+11.3%); Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (+7.7%), y Educación Pública (+2.9%).

El documento de Criterios establece 18 proyectos prioritarios para la nueva administración que recibirán en conjunto 251.6 miles de millones de pesos durante 2019. Estos explican los mega incrementos en algunas dependencias, principalmente en STPS, Turismo y Bienestar. Por ejemplo, 92% del presupuesto de la STPS será asignado al programa Jóvenes Construyendo el Futuro. Mientras que, en SENER, se destinará 92% del presupuesto en una aportación de capital a PEMEX.

El proyecto que recibirá más recursos es la Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores con 100 mil millones de pesos. En segundo lugar, se encuentran las transferencias a los jóvenes en diferentes programas: Jóvenes Construyendo el Futuro recibirá 44.3mmdp; la Beca Universal para Estudiantes de Educación Media Superior Benito Juárez tendrá una asignación de 17.3 mmdp; por último, el programa para crear 100 Universidades para el Bienestar recibirá 1 mmdp. En cambio, se ha criticado que los recursos para las universidades y centros de investigación se redujeron en 6%1.

En infraestructura, la Modernización y rehabilitación de la infraestructura aeroportuaria y de conectividad tendrá una asignación de 18 mmdp, los cuales aún no se asignan para un proyecto específico. El Tren Maya, por su parte, recibirá 6 mmdp para 2019, la cual representa 66% del presupuesto del ramo de Turismo y explica el sensible incremento en su asignación presupuestal. En conectividad también se plantean los proyectos Corredor Transístmico con 0.9 mmdp en el primer año y Caminos rurales con 2.5 mmdp.

Por último, en desarrollo rural, el programa Sembrando Vida recibirá una importante asignación de 15 mmdp, junto con otros 20 mmdp en programas de desarrollo para el campo. Por otro lado, el programa de fomento “Apoyo a PYMES” recibirá 3 mmdp. Así mismo, se plantea una estrategia de desarrollo social urbano con los programas Colonias Marginadas y el Plan de Reconstrucción e Internet para Todos con recursos por 22mmdp.

Si bien es cierto que a nivel macroeconómico no parece haber nada que deba preocupar abruptamente a los analistas económicos y financieros que tanto influyen en los mercados, es verdad que no tardarán en tomar conciencia de que, mientras la orientación social del paquete económica es encomiable, no estamos frente a una propuesta que promueva el crecimiento económico, ni que fortalezca la infraestructura para la competitividad, ni atienda a temas pendientes como el estímulo a las zonas fronterizas, a la formalización de la economía o el incremento a la productividad, por solo mencionar algunos temas relevantes. Y para aquellos quienes creemos que el crecimiento es la única solución de fondo al subdesarrollo y la marginación, estas son malas noticias.

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