Canelo favorito vs Fielding

Saúl “Canelo” Alvarez, doble campeón mundial mediano, agrandará este sábado su historia ganando su tercer campeonato en tres divisiones diferentes, el cinturón regular AMB de las 168 libras.

El único requisito para lograr esa meta, será vencer al británico Rocky Fielding, que en su segunda pelea fuera de su país, cumplirá ante el mexicano la primera defensa de su cetro.

El rival elegido por Canelo es un púgil de presumible calidad inferior, más lento, limitado en lo técnico, de endeble defensa, pero de mejor altura, de mejor alcance y sin ninguna obligación de victoria, lo que parece ser un plus a su favor.

Ante el abrumador favoritismo de Canelo, solo la diferencia de estatura y alcance de brazos a favor del británico permite generar alguna expectativa en esta pelea.

Lo último debería emparejar la balanza para que, al menos, este sábado en Nueva York se vean algunos asaltos competitivos. Sin embargo, las pocas, aunque importantes, diferencias que favorecen a Rocky Fielding no alcanzarían para anular al principal de sus enemigos en el cuadrilátero: el miedo escénico.

Fielding nunca ha enfrentado a un rival con la dimensión promocional de Canelo y su única derrota, fue mediante un tempranero KO ante Callum Smith, el actual campeón titular de la AMB en los supermedianos.

Para colmo, el propio británico ha reconocido que Canelo ha sido su ídolo y siempre ha recordado como uno de los momentos más emocionantes de su vida, el día que logró tomarse una “selfie” junto a su héroe, en noviembre del 2017.

Necesariamente los nervios, la falta de experiencia, la presión alrededor del evento y el intrincado dédalo mental al que será sometido, afectarán el desempeño de Fielding.

Esa es la realidad previa. Un favorito abrumador (Canelo) ante un oponente asustado, nervioso y acosado por una oportunidad que jamás imaginó en su vida (Fielding).

Canelo debería noquear una vez ajuste y se acostumbre al tamaño o los largos brazos de su rival.

No existe otro pronóstico, sin embargo, esto es boxeo, un deporte donde la sorpresa duerme junto a la puerta y es capaz de despertarnos en el momento menos pensado.

Y eso debemos abordar en este análisis, las razones de Canelo para vencer, las razones de Fielding para perder y las razones para no esperar, pero si respetar, la posibilidad de que se produzca una enorme sorpresa en el Madison Square Garden.

Además de predecible, el británico es lento y carece de agresividad consistente en su golpeo. Su volumen “de mantenimiento” no daña ni amedrenta por una razón que rompe los ojos: su forma de golpear. Fielding abanica de manera fastidiosamente lenta y para colmo, rara vez consigue conectar con sus nudillos, en la mayoría de las veces impacta con las palmas anulando la posibilidad de dañar por esa vía.

Sus brazos son extremadamente largos, pero no le vimos establecer una distancia consistente con el jab, no vimos que utilice la distancia como una barrera inexpugnable ni tampoco que sea hábil para soltar rectas. Por el contrario, sus golpes largos quedan a mitad de camino y – lo ya señalado – para inquietar necesita abanicar.

Una de las mayores virtudes de Fielding, parece ser el conocimiento de sus propias limitaciones. No arriesga, es precavido y busca evitar ser alcanzado en dos áreas de su anatomía en las cuales es más vulnerable: la barbilla y la zona media.

Precisamente Callum Smith, que lo noqueó en el primer asalto, desnudó sus problemas de asimilación en las partes blandas y por ello, seguramente, teme recibir golpes en en la zona media y evita arriesgar ante quien pueda complicarlo por ese lado.

A la hora de desplazarse por el cuadrilátero, el británico es tosco y cuando lo apuran ha mostrado ser abiertamente torpe, no tiene estrategia de retroceso, se desequilibra y queda expuesto al golpeo de poder de su rival. Ante el belga Christopher Rebrasse, en abril del 2016, lo salvó la campana cuando al final del segundo asalto lo mandó a la lona en medio de una secuencia contra las cuerdas.

Pero a esas deficiencias boxísticas, a la hora del combate, Rocky Fielding sumará las previsibles deficiencias mentales que de antemano lo convierten en una víctima propicia de Canelo. El británico aterrizó de la nada en un show de gigantesca dimensión, ante el más mediático de los campeones, al cual llega a enfrentar por decisión de su rival y no por sus propios méritos deportivos.

En el fondo de su consciencia, Rocky Fielding sabrá y se confesará a si mismo que fue elegido por ser un rival inferior, con un cinturón de campeón mundial de premio.

A ello se suma la carga emocional de enfrentar a quien ha reconocido como su ídolo indiscutido. La angustiante presión mental de Fielding será un duro agente desestabilizador de sus emociones. Por si fuera poco, esa lucha interna por dominar nervios y emociones ocurrirá en el único momento favorable para dar una posible sorpresa, los primeros asaltos.

Precisamente cuando Canelo esté ajustando y descifrando la forma en que podrá cortar el cuadrilátero para lastimar en la corta distancia, Fielding estará luchando contra sus propios demonios y no conseguirá  seguramente  aprovechar las mejores oportunidades.

En síntesis, además de enfrentar a un oponente que lo supera en experiencia, lo supera en capacidad técnica-táctica, lo supera en velocidad y también en poder de golpeo, Fielding tendrá que enfrentarse a sí mismo, a sus miedos, sus angustias y sus limitaciones.

Es natural y hasta obligatorio esperar que pierda por la vía rápida. Lo sabía el equipo de Canelo cuando lo eligió como rival y lo sabemos todos. Es imposible modificar esa percepción.

Apenas la experiencia del mexicano sobre el británico, ya alcanzaría para vaticinar su victoria. Pero, profundizando en el histórico de Canelo, es posible encontrar las pistas para entender la razón de elegir a Fielding.

Canelo ha ido evolucionando en su boxeo a partir del control estricto de sus limitaciones. El tapatío trajo una virtud de nacimiento en su ADN boxístico: el poder en la pegada. Ese factor fue protegido por el tipo de rivales enfrentados, de poder a poder es muy difícil derrotarlo.

Canelo es asimilador y al extremo peligroso cuando conecta, siempre lastima. Sus problemas aparecieron cuando debió medirse con oponentes rápidos, escurridizos, de buena finta, de desplazamientos largos y, sobre todo, que saben trabajar ángulos, laterales. Por ello perdió con Floyd Mayweather, por ello se vio tan mal ante Erislandy Lara y por ello tuvo que recurrir a sus ventajas de peso para vencer a Miguel Ángel Cotto.

Cuando debió medirse con oponentes rápidos, escurridizos, de buena finta y desplazamientos largos como Erislandy Lara, Canelo tuvo problemas.

Contra rivales poderosos, pero frontales y carentes de movilidad táctica, Canelo ya nos demostró que siempre los habrá de superar con una dosis combinada de inteligencia boxística, velocidad, técnica y poder. Y ese parece ser el camino que seguirá recorriendo hasta el final de su carrera: enfrentar ese tipo de rivales o si se quiere, inferiores, como Fielding.

Es verdad que los largos brazos del británico, así como su estatura podrían obligar al mexicano a tomar algunas precauciones. No obstante, en la citada evolución boxística de Canelo lo mejor logrado ha sido su actual capacidad de cuerpeo. En ese rubro consiguió mejoras increíbles en el manejo defensivo de su cintura, un mérito notorio de su entrenador Eddy Reynoso. Con ello se supone que al mexicano le alcanzará para solventar los predecibles y lentos golpes que lanza Fielding.

Es de esperar que, en el peor de los casos, el ajuste le lleve de cuatro a cinco asaltos. No obstante, si nos guiamos por la estadística de Fielding, el campeón regular de la AMB en los supermedianos, parece ser más vulnerable en los primeros episodios. Por ello, no debe descartarse un KO fulminante, parecido al que le propinó Callum Smith en el mero primer episodio de su pelea.

Lo más atractivo, en lo previo, de esta pelea, es la incógnita que representa su primer y su segundo asalto ¿Quién arriesga temprano? ¿Canelo pondrá presión inmediata? ¿Fielding adoptará precauciones, esperará detrás de su mejor distancia y buscará sorprender a Canelo entrando?

Canelo se sabe superior, pero es innegable que la altura y el alcance de brazos de su rival es un riesgo. Incluso, es posible que esas diferencias anatómicas se vean mayores a la hora del combate. A ello se debe sumar el peso de cada uno en el momento de la pelea.

El tapatío, seguramente llegará a las 175 libras en promedio y si bien Fielding firmó una cláusula con un límite de diez libras de incremento luego del pesaje oficial, al inicio del combate estará rondando las 180 libras.

El solo peso corporal, trasladado al peso de la mano, en un contragolpe contra un rival a contrapié, podría ser devastador. Canelo se cuidará de ello, sin duda, y seguramente no arriesgará al inicio.