La crisis en los partidos políticos y la poca representación en el Congreso, repercute en el diseño del sistema adoptado en el país. Se construyó sobre la base que los procesos electorales serían competitivos y la conformación en las Cámaras sin mayorías, obligando a las diversas fuerzas a dialogar, buscar acuerdos y tratar de conseguir apoyos para sacar adelante los asuntos. Previendo ese panorama fue que se incluyó dentro de la constitución la figura de los gobiernos de coalición, a efecto de optar en caso necesario por un sistema semiparlamentario.
El destino nos alcanzó y prácticamente el electorado harto de los partidos se inclinó por un caudillo, castigando a los institutos políticos, el voto mayoritario a favor de Morena implica el retorno a un sistema sin contrapesos, al contar con una amplia mayoría en el Congreso.
Las elecciones pasadas fue un duro golpe a todos los partidos, particularmente para Acción Nacional, quien se considera el único sobreviviente real después del tsunami electoral, organización que también transita por una etapa crucial.
Desde su nacimiento Acción Nacional fijó como objetivo combatir y terminar con un sistema autoritario a efecto de implementar un diseño democrático. Durante muchos años luchó en la adversidad, soportando fraudes electorales y represiones brutales, sin embargo, nunca claudicó en sus perseverantes acciones inspiradas en sus ideales humanistas.
No cabe duda de que el PAN es un referente en la vida nacional, inicialmente su fuerza radicó en muchas personas que comprometidas sobresalieron por ser ideológicamente puros, cuyo afán consistía en implementar un sistema basado en libertades y encaminado al bien común.
A medida que se fueron logrando espacios, el debate interno se concentró entre continuar con la línea programática o voltear hacia un moderado pragmatismo en aras de mejorar las posibilidades de acceso al poder, imponiéndose ésta última postura.
Con el paso del tiempo el principal reto se convirtió en ganar las elecciones y para ello el pragmatismo superó la parte ideológica. Así se colaron personajes bien identificados por su oportunismo y ambición. En las diferencias internas prevaleciendo la lucha por las posiciones e influencia en el partido y los gobiernos emanados de Acción Nacional, culminando por desdibujar a la institución.
Por otra parte, también es de reconocer que si hubiese continuado el PAN cerrado a nuevos liderazgos y alianzas, difícilmente podría haber obtenido triunfos, esta parte se percibe como una evolución natural en el acceso al poder, aunque al recorrerse surgen desplazamientos que han provocado una fragilidad ideológica ocasionando pérdida de identidad, colocando al PAN en términos similares y en plano de igualdad con otros partidos, sin distingo alguno.
En ese entendido y dada su historia, existen muchas personas preocupadas por lo que está ocurriendo en el país, que voltean a ver a Acción Nacional con la esperanza de que salga de su laberinto y recupere a su esencia, el reto es rehabilitar las raíces profundas con la sociedad.