No hay día que en México, las historias terribles producto de la violencia de cualquier tipo y arista, sean protagonistas de varios sucesos que saltan a las redes sociales, a las primeras planas y a las líneas de los noticieros hablados.
La violencia inserta en la sociedad es parte ya de nosotros, como un flagelo consuetudinario que incluso nos permite denostar a los demás enmascarando la agresión en una broma o más aún, en una burla que da placer.
Ya nos agredimos verbalmente y encasillamos un grupo adjetivando a los que no piensan igual o difieren apenas en algunos renglones.
Pero no es un asunto alentado por el escenario político en el que vive nuestro país a la espera de un giro del quehacer de la Administración federal para algunos inesperado, para otros, deseado. No, la violencia está arraigada y comienza en el núcleo de la sociedad.
Todos hemos ido perdiendo el sentido de la responsabilidad y del sentido global, pensando que sólo lo individual interesa.
En la vorágine de la violencia y pese a todas las campañas e informaciones respecto al valor de la mujer no por arriba del hombre, sino como un ser humano más, asusta que seguimos siendo violentadas en exceso y creciendo los casos en donde se quita por agresión, la vida a una mujer.
No es dato irrelevante el que la Organización de las Naciones Unidas (ONU), revelara que el número de mujeres asesinadas al interior de su vivienda a manos de un familiar, principalmente su pareja; están siendo asesinadas al por mayor.
¿Qué tal la cifra de 50 mil mujeres muertas en todo el mundo el año pasado a manos de una pareja, ex pareja o familiar?
Esto equivale según la ONU, que por día se asesinan a 137 mujeres y seis por cada hora.
El homicidio de la mujer a manos de un hombre, es consecuencia de un abuso continuo; en donde los estereotipos juegan un rol importantísimo e inciden sobre todo, cuestiones de discriminación variable.
A la mujer se le asesina porque se le cree inferior o distinta.
¿Seguimos entonces con el discurso de que los mexicanos merecemos más que otros?
La violencia inicia con las ideas y por en el núcleo social más íntimo.
Acta Divina… El presidente Enrique Peña Nieto, llamó erradicar el machismo y la agresión contra las mujeres.
Para advertir… Y México pone cada día, en promedio, seis mujeres asesinadas por los hombres.