Se escribe guasap, tuit, yutubero y tqm, según la RAE

Con la intención de mejorar la forma en la que se habla y se escribe, especialmente en el mundo digital, la Real Academia Española (RAE) presentó hoy el «Libro de estilo de la lengua española» en el que se incluyen observaciones sobre los géneros gramaticales.

¿Se dice la jueza o la juez?, ¿Hay que poner punto detrás de un emoticono?. Estas son algunas preguntas que la Real Academia Española responde en su primer Libro de Estilo, donde atiende a las dudas más frecuentes de los hispanohablantes y se dirige a los escritores digitales.

La Real Academia de la Lengua presentó un texto pensado para los escritores digitales en el que se abarcan desde las cuestiones gramaticales de género al uso de los emoticonos.

Un libro «enormemente útil» para el público en general, «no académico» como la gramática, la ortografía o el diccionario de la RAE sino un texto que reúne «píldoras de cuestiones gramaticales y ortográficas», señaló el coordinador de la obra y director honorario de la Academia, Víctor García de la Concha.

Un texto que, aseguró García de la Concha, no tiene que ver con los que rigen en las redacciones de diferentes medios de comunicación sino que se trata de servir «a la mejor forma de escribir y hablar» en los países hispanohablantes, abordando nuevos espacios como la ortotipografía, es decir, la ortografía de la escritura no manual.

El tomo, editado en un primer tiraje de  diez mil ejemplares y con un precio de 24.90 euros, incluye una ortotipografía de signos digitales y un glosario de términos como tuit, yutubero o guasap. Todo ello, manteniendo el principio policéntrico que la institución viene aplicando desde hace decenios con el objetivo de «mejorar el uso de nuestro idioma común, una lengua muy extendida y con muchas modalidades que deben ser atendidas», según ha explicado su director Darío Villanueva.

También plantea que es mejor decir «memoria USB» o «lápiz de memoria» que pendrive. El glosario de este tipo de términos incluye como sugerencias escribir «jáquer» en vez de «hacker».

Por otro lado, a la RAE le encantan los emoticonos, pero, si acabamos la frase con ellos hay que poner punto. Y si nos equivocamos, tan fácil como escribir un mensaje nuevo con la palabra mal escrita corregida precedida de un asterisco.

Además, cuando preguntemos o exclamemos algo, la RAE acepta que no usemos los símbolos de apertura, pero sí que lo recomienda.

Este libro de estilo, insistió el director honorario de la RAE, quiere responder a las dudas más frecuentas que se ponen de manifiesto en las más de 60 millones de consultas que recibe la Academia cada mes sobre el uso de una lengua que hablan más de 500 millones de personas.

Y para que estas personas puedan hablar y escribir «como un libro abierto y como los ángeles digitales» se ha realizado esta obra, señaló su coordinador, que explicó que se trata de señalar las normas que garanticen la comunicación.

Porque hoy en día «todos somos comunicadores», recalcó el académico, que destacó la necesidad de que la escritura digital respete las normas lingüísticas: «hay que escribir con fidelidad a la ortografía y a la gramática».

Por eso, el libro se ocupa fundamentalmente de las dudas y variaciones que se han producido en la gramática en los últimos años, seleccionando en cada uno de los campos los puntos que plantean dudas frecuentes.

También quiere hacer frente a la «relajación» de la expresión oral o entonación que se observa en las intervenciones públicas, de tal forma que establece unas lineas básicas de pronunciación para reconstruir la entonación del español, indica el libro de estilo.

En el campo de la ortotipografía, el libro de estilo analiza el uso de los emoticonos, neologismos, préstamos y extranjerismos y estudia el correcto uso de la lengua en el correo electrónico, las páginas web, el periodismo digital y los mensajes instantáneos.

En cuestiones gramaticales y a partir de las dudas más generales, establece las normas del uso del género, del singular y el plural o los diminutivos, así como los suscitados con las conjugaciones verbales o los laísmos y los leísmos, entre otras muchas.

En la escritura y la comunicación digital, el libro de estilo diferencia entre el uso coloquial de redes sociales y algunas aplicaciones del profesional, académico o periodístico.

Así, considera que a pesar del carácter espontáneo de algunas de estas comunicaciones lo acerca al lenguaje de una conversación, esto no implica que deba emplearse la lengua de una forma descuidada, de tal forma que el mensaje debe ser legible en todos los dispositivos, soportes y canales.