Cruz Azul, entre ilusiones y obsesiones

Pedro Caixinha intenta transformar un tema futbolístico en uno semántico: «Tenemos una ilusión, no una obsesión…».
Cruz Azul buscará este viernes por la noche en Morelia corroborar que es el mejor club del campeonato asegurándose el liderato general del torneo. Mientras ello sucede, el entrenador portugués intenta que su equipo no se sugestione ante la llegada de la liguilla y la poderosa presión que se ejerce sobre los futbolistas de este club que cuenta con más de veinte años sin levantar el trofeo de la Liga.
Creo que Caixinha, Ricardo Peláez y cada uno de los futbolistas que visten de celestes saben que en los aficionados de Cruz Azul existe –sino una obsesión como tal– sí una necesidad impetuosa de ganar el título. ¿Acaso algún aficionado de Cruz Azul se conformaría con un equipo que quedara eliminado en los cuartos de final o semifinales del campeonato? Es verdad que las formas cuentan, pero también es verdad que este equipo ha mostrado las mejores condiciones entre los 18 que compiten en la Liga MX. Debe tratar de terminar con el mejor en la tabla y debe tratar, también, de jugar sin errores en una liguilla donde –de acuerdo con los antecedentes históricos– cualquier cosa puede suceder entre los 8 que participan en ella.
Cruz Azul llega a la jornada 17 y última de la fase regular con el equipo que Caixinha pretende, aunque ningún entrenador aceptará nunca que su cuadro ha alcanzado el tope. Cruz Azul se defiende mejor que nadie en eso los números no mienten y tiene, de medio campo hacia el frente, a futbolistas que han tenido una gran temporada –Alvarado, Méndez, Elías Hernández, Cauteruccio. Ello le da a Cruz Azul una solidez que no parecen tener ninguno de sus contendientes.
Decir que Cruz Azul está muy lejos de los demás en el campeonato es una mentira –el torneo mexicano suele ser cerrado y caprichoso. No hay una gran distancia ni entre los primeros 3, 5 y hasta 8 contendientes. Cruz Azul saldrá como favorito, y ahora dependerá tanto de su futbol como de la manera en que logre controlar la presión y las emociones. Caixinha ya se está encargando de ello.
Y también entre presiones y emociones; saldrá como favorito este viernes para quedarse como líder general, confirmarse como el mejor equipo del torneo y gran aspirante al trofeo que tanto se le ha negado en las últimas dos décadas. Pero su entrenador, Pedro Caixinha entiende que no hay que sobrecargar de agitaciones a sus futbolistas -la Liguilla de por sí es complicada y no tiene margen para el error. Hay que jugarla con una combinación de calma y explosividad, pero sobre todo con inteligencia.