Alanís le da el triunfo al Oviedo en el derbi asturiano

  • Oswaldo Alanís jugó su segundo partido como titular y se estrenó en el Viejo Continente.

El Oviedo encarriló pronto el derbi marcando dos goles tempraneros (minuto 5 y 13) que fueron una losa demasiado pesada para los del Sporting.

Oswaldo Alanís jugó su segundo partido como titular y se estrenó en el Viejo Continente, anotación con la que le dio el triunfo al Oviedo en uno de los partidos más importantes de la temporada. Alanís no solo fue importante por hacerse presente en el marcador, sino que defensivamente tuvo un buen partido, además de mostrar su liderazgo y experiencia en estos encuentros, ya que calmó a compañeros y rivales después de que en una jugada polémica se calentaron los ánimos sobre el terreno de juego que pudo terminar en golpes. Salió el Oviedo como toda su afición esperaba. El equipo tuvo la garra que se echó en falta en otras ocasiones y a eso además unió el acierto. El Sporting, que sufrió la pérdida de Isma Cerro por lesión a los dos minutos, vio cómo le golpeaban.

La zaga no acertó a despejar una pelota que cayó cerca de Ibrahima, que a la media vuelta conectó un remate imposible para Mariño.  Estallido azul y tormenta rojiblanca. Seguridad local Como un boxeador sonado sobre el ring, el conjunto de Baraja daba síntomas peligrosos de desmoronamiento. La sensación se confirmó ocho minutos después. Saúl Berjón sirvió desde la esquina y Alanís se elevó imperial en el punto de penalti para cabecear el 2-0.

Se frotaban los ojos los seguidores locales por la buena versión de los suyos y trataban de despertar de la pesadilla los gijoneses, que no veían a su equipo por ningún sitio. Cada vez que el Oviedo cruzaba el centro del campo temblaban los cimientos del Sporting. Saúl Berjón tuvo otra opción clarísima que salvó Mariño y se olía el peligro en el ambiente. En la otra parte del campo, Neftalí y Pablo Pérez se desesperaban porque no recibían nunca en ventaja. A los visitantes les costaba un mundo pisar el área local y cuando lo hicieron les faltó precisión para poner en riesgo la meta de Champagne.Segundo tiempo trabado Tras el paso por los vestuarios, el partido entró en una fase de interrupciones constantes.

Todo marchaba a favor del Oviedo, hasta que un derribo sobre Neftalí permitió a Carmona acortar diferencias desde el punto de penalti.

Los nervios llegaron al bando azul, que supo aguantar sin conceder ocasiones para llevarse un triunfo de más de tres puntos y dejar la calma en la capital.