- El director general de la empresa en México y Centroamérica, Paolo Cornero, confía en el futuro del país; la firma plantea ampliar gama de productos.
Vender chocolates de la más alta calidad fue el sueño más dulce de Pietro Ferrero, el cual no sólo se hizo realidad en 1942, sino que se hizo más grande cuando abrió la primera empresa manufacturera de Italia, después de la Segunda Guerra Mundial, al abrir fábricas y oficinas en el sector de la confitería, convirtiendo a la compañía en un grupo internacional.
Como parte de este proceso, Grupo Ferrero llegó a México en 1992 y desde entonces a la fecha los planes de la compañía son mantener su presencia a largo plazo, continuar invirtiendo en el país y ofrecer nuevos productos al mercado local, confirmó Paolo Cornero, director general de Ferrero Rocher para México y Centroamérica.
Puntualizó a un Diario de circulación nacional que en los próximos cinco años, la planta de la compañía que opera en el territorio nacional no sólo podría tener una nueva línea de productos, sino que la empresa considera vender nuevos productos que por el momento sólo se venden fuera del país.
“Estamos estudiando algunas opciones, pero mantendremos nuestro foco en el ámbito de la confitería, chocolate y pastelillos”.
Recordó que hay diversos centros productivos en el mundo, a los que se suman las dos plantas que recién adquirió con la compra de Grupo Ferrara, en México; una, situada en Reynosa, Tamaulipas, y otra más en Vernell, además de la línea de chocolates de Nestlé, que compró este año, de forma que Grupo Ferrero tiene un abanico de oportunidades para elegir.
Hay algunos productos que tendrían limitantes para llegar, como aquéllos que tienen un relleno líquido, ya que es un país con altas temperaturas”, explicó.
Agregó que la planta de Grupo Ferrero en Guanajuato aún tiene la posibilidad de duplicar su tamaño. “En ésta se han invertido más de 200 millones de dólares. Adicionalmente, con la apertura del Centro de Investigación hemos destinado otros 100 millones de pesos y cada año a éste se le invierten unos 30 millones de pesos.
“Hace dos semanas se firmó el contrato de un edificio frente a la planta de 14 mil metros cuadrados donde se realiza el mix de sorpresas.
Estamos utilizando una parte, pero queremos extendernos para futuras operaciones.
Tenemos la posibilidad de duplicar el tamaño de la planta nueva, incluida esta parte nueva”.