El Códice de Dresde aún puede pronosticar eclipses: estudio

  • El astrónomo Eddie Salazar Gamboa analizó de las páginas 72 a la 86 de este documento precolombino, y presentó su investigación en una conferencia de prensa.

El astrónomo yucateco Eddie Salazar Gamboa presentó los resultados de un trabajo de más de una década, que le permitió comprobar que el antiguo Códice de Dresde aún puede servir para calcular eclipses lunares y solares.

En conferencia de prensa explicó que analizó de las páginas 72 a la 86 de este documento precolombino, en el que se encuentran las tablas de la Luna y de eclipses, y logró comprobar que aún funcionan, y que muy probablemente los antiguos usaron ese conocimiento para ese objetivo.

«En el año 2008 me interesé por volver a utilizar este documento maya que data del siglo XI, escrito en papel amate, por lo que efectué 10 tablas que contenían diversos períodos del año, observando y comprobando la regularidad que hay en el pronóstico de este tipo de sucesos astronómicos desde tiempos precolombinos», añadió.

Eso hace que nuevamente retome su funcionalidad en el cálculo de eclipses solares y lunares, afirmó el astrónomo quien también presentó la relación de fenómenos a registrarse hasta 2025 con base en esos cálculos.

«Yo he definido este trabajo como decodificar los cálculos mayas para pronosticar los eclipses de acuerdo con el códice de Dresde y lo más destacado es que este método es tan efectivo como el que usó Fred Espenak, un especialista de la NASA, para pronosticar eclipses lunares y solares», añadió.

Otro dato «curioso» que descubrió a lo largo de 10 años de trabajo es que hay un paralelismo entre los sacerdotes astrónomos babilónicos y los mayas, los cuales no tuvieron contacto alguno, tanto por la distancia en longitud como en el tiempo de apogeo, pero establecieron un concepto similar al cual hoy se le conoce como «saros».

El saros es un periodo de tiempo de 223 lunas, o meses sinódicos, con una duración de 29.53 días.

El ciclo equivale a seis mil 585.32 días, aproximadamente 18 años y 11 días, periodo en el cual la luna y la tierra regresan casi a la misma posición en sus órbitas, y se pueden repetir los eclipses.

«Los mayas también descubrieron que de alguna manera el mismo eclipse se repite cada 18 años, anexando 11 días más», precisó.

La reciente tabla, que demostró la eficacia del Dresde, es la correspondiente del 26 de febrero de 2017 al 21 de septiembre de 2025, periodo en el cual hay tres mil 129 días.

En este margen de tiempo hay 106 lunaciones, de los cuales 33 corresponden a eclipses, y de estos, seis son visibles para la Península de Yucatán.

Hasta el momento ya se observaron los correspondientes al 31 de enero y el 21 de agosto de 2017, y el próximo será el 16 de julio de 2019, el cual será parcial de Luna.

«Yo creo que toda esa información era de uso exclusivo de la elite maya, y pudo servir para tener un mayor control político de la población, pues imaginen el poder que representaría entre las antiguas civilizaciones poder predecir un eclipse», subrayó.