La austeridad republicana debe consolidarse en los tres niveles de gobierno: Martí Batres

Urge una cultura de honestidad y austeridad en el servicio público.

A 15 años de la aprobación de la primera ley de transparencia y de acceso a la información pública, es necesario valorar la pertinencia de aprobar otras reformas que permitan combatir de manera eficaz la corrupción y construir un verdadero sistema de servicio público, manifestó el presidente de la Mesa Directiva, Martí Batres.

El senador participó en el foro “El legado del Grupo Oaxaca. Tres Lustros de Evolución en la Transparencia y el Acceso a la Información Pública”, que se llevó a cabo en la sede del Instituto Nacional de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales (INAI).

Dijo que debe reflexionarse sobre la apuesta de una política pública efectiva que implemente cambios institucionales, culturales, éticos y genere una mayor participación de la sociedad.

La tarea pendiente, abundó, es transformar el conjunto de normas para impulsar una nueva cultura institucional que esté apegada a derecho, que sea profesional e íntegra, que tenga sustento en elementos como la honradez, eficacia, objetividad y transparencia de las instituciones del Estado.

Martí Batres afirmó que una modificación en las instancias públicas constituye un medio indispensable para que las innovaciones jurídicas se trasladen de manera efectiva a la vida cotidiana del Estado y de la sociedad. Sólo esto permitiría hacer efectivas las promesas de gobierno honrado y eficaz, subrayó.

Comentó que la austeridad republicana deberá atravesar, en los años próximos, a los Poderes de la Unión, los tres niveles de gobierno y órganos autónomos. Tendremos que revisar, en general, los costos del aparato del Estado, y en particular, el cumplimiento del servicio público en todos los terrenos, resaltó.

En este sentido, destacó la necesidad de una cultura de honestidad y austeridad en el servicio público. Debemos reconocer que en México el funcionario es visto como “un potencial hombre de negocios”, señaló.

La gente identifica, casi como sinónimos, las palabras funcionario y millonario. Es al amparo del poder político, del aparato del Estado, como se han conformado muchas fortunas, expuso el legislador.

Mencionó que muchos de los funcionarios consideran que su paso por el servicio público debe reflejarse en un gran salto en sus condiciones materiales de existencia personales, lo que ocasiona que la expresión “servicio público” pierda totalmente sentido.

Eso obliga necesariamente a mirar en una perspectiva ética y abrazar las causas de la honestidad y de la austeridad republicana, de lo contrario, no podrá haber frutos en el ejercicio de los modernos instrumentos del acceso a la información pública, puntualizó.