El Barcelona de Valverde ya sabe lo que es perder un partido de Liga en el Camp Nou. El Txingurri, que se estrenó en el banquillo con una dolorosa derrota frente al Real Madrid en la Supercopa de España en agosto de 2017, sumaba desde entonces 33 victorias y 5 empates como local. Hasta que llegó el Betis de Quique Setién y le derrumbó.
El Barça, líder a pesar de todo, se dejó tres puntos que se daban casi por supuestos a primera hora de la tarde de este domingo que pasará a la historia de los libros del Betis, que dejó atrás 14 derrotas y 2 empates desde que ganase por 1-3 en abril de 1998. Y que, además, provocó la primera derrota liguera del equipo azulgrana como local desde el 10 de septiembre de 2016, cuando el Alavés de Pellegrino le venció por 1-2. Desde entonces sumaba el Barça 34 victorias y 8 empates, 42 encuentros invicto y persiguiendo el record de este siglo, que mantiene en 49 partidos sin perder como local el Real Madrid (de noviembre de 2000 a abril de 2003). Pensar en alcanzar el record absoluto que mantiene el Barça en 67 encuentros de Liga invicto en el Camp Nou era una empresa ya gigantesca… E inalcanzable.
El día que regresó Messi al campo se desvaneció la grandeza futbolística y coral del equipo azulgrana, que comenzó y acabó el partido a todo ritmo pero fue casi un juguete entre ambos instantes a manos de un Betis sensacional.
Quique Setién (“me habría dejado cortar un dedo por entrenar a las órdenes de Cruyff”) demostró en el Camp Nou que su apuesta no es una mentira y que, saliendo las cosas mejor o peor, mantiene firme su ideario futbolístico. Impuso tres centrales y dos carrileros… Pero ganó el duelo en el centro del campo, en el toque y la combinación.