Un siglo del alto al fuego: el fin de la Primera Guerra Mundial

La Primera Guerra Mundial, la Gran Guerra (1914-1918), ha sido interpretada de muchas formas, pero, sobre todo, está considerada como la primera gran catástrofe del siglo XX y el fin del mundo tal como se le conocía hasta entonces.

Su final, del que mañana se cumplen 100 años, se produjo el 11 de noviembre de 1918 con el Armisticio de Compiègne, que adopta el nombre del bosque al norte de París donde se firmó. La victoria de los aliados marcó el derrumbe de imperios y el surgimiento de otros poderes hegemónicos, sobre todo en Estados Unidos.

También allanó el camino a los nacionalismos que acabaron desembocando en la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), entre otras cosas, por las duras condiciones impuestas a la derrotada Alemania en el Tratado de Versalles (junio de 1919).

Ese acuerdo selló la paz pero obligó a los alemanes, sus aliados a aceptar toda la responsabilidad moral y material por la guerra, a entregar partes de su territorio y a pagar exorbitantes reparaciones (indemnizaciones) a los países vencedores.

EL INICIO

El detonante de la contienda fue el asesinato del archiduque Francisco Fernando, heredero del trono del Imperio Austrohúngaro, el 28 de junio de 1914. El archiduque murió junto con su mujer en Sarajevo a manos de un extremista serbio.

Las grandes potencias del continente se precipitaron entonces en apenas cinco semanas a una guerra marcada por los errores de cálculo, los temores, la incompetencia y la excesiva confianza de sus dirigentes en sí mismos.

Al final, los cuatro años de batallas y matanzas hicieron que se derrumbaran las monarquías de Alemania, Austria, Rusia y el Imperio Otomano. Además, cambiaron las fronteras en todo el mundo e hicieron surgir nuevos países.

La Gran Guerra fue el caldo de cultivo para el surgimiento de la Unión Soviética y el nacionalsocialismo de Hitler. Sin ella no habrían existido la Segunda Guerra, el Holocausto, el estalinismo o la Guerra Fría. Para el historiador Volker Berghahn fue el comienzo de una época más larga “que cubrió a Europa y a todo el mundo al final con otra orgía de violencia”.

En 1914, Austria-Hungría y Alemania se enfrentaron a Francia, Rusia y Reino Unido. Tras el asesinato de Francisco Fernando, Berlín les dio a sus socios austriacos prácticamente un cheque en blanco para atacar a los serbios, sabiendo que eso podía arrastrar a la guerra a sus aliados Rusia y Francia.

Con la invasión alemana a la neutral Bélgica fue arrastrado a la guerra también Reino Unido. En 1915, se sumaron a la llamada Entente también Italia —exaliado de Berlín y Viena— y Estados Unidos. A la alianza de las Potencias Centrales se añadieron por su parte el Imperio Otomano y Bulgaria.

LAS BAJAS

En los frentes de la guerra murieron casi nueve millones de soldados, y otros muchos millones sufrieron mutilaciones, secuelas por gas tóxico o gravísimos traumas mentales.

Murieron también millones de civiles. El bloqueo marítimo de las potencias de la Entente contra Alemania causó más muertes que los bombardeos aliados durante la Segunda Guerra Mundial, señala el historiador Olaf Jessen.

Las ametralladoras acababan con miles de enemigos en minutos. Por primera vez se usó gas tóxico, las piezas de artillería destrozaban a los seres humanos a gran distancia y hacían volar la tierra y a los muertos por los aires. Además, fue la primera contienda con aviones.

En la guerra de trincheras el ser humano es un mero material, y la batalla de Verdún, en 1916, fue el más cruento símbolo de ello. Los británicos perdieron en un solo día a casi 60 mil hombres al inicio de la ofensiva de verano de aquel año.

La población alemana no estaba entusiasmada con la guerra, pero tampoco hubo gran oposición. Sin embargo, los años de grandes pérdidas de vidas, el hambre y el sinsentido de las muertes acabaron hartando a los ciudadanos. Así surgió el enfrentamiento entre la izquierda y la derecha que después sería clave para la crisis de la República de Weimar (1919-1933).

LOS CAMBIOS

Tras la última ofensiva fallida, los comandantes Paul von Hindenburg y Erich Ludendorff se vieron obligados a reconocer la derrota. En el imperio alemán se produjo una revolución, el emperador debió abdicar y el 11 de noviembre de 1918, los alemanes firmaron el armisticio.

La propaganda, que hacía supuestamente invencible al Ejército alemán, hizo que surgiera una corriente de pensamiento —apoyada por personajes como el entonces cabo Adolfo Hitler en Mi Lucha— que aseguraba que la guerra sólo se había perdido por la revolución contra el Kaiser (emperador) y no en el frente. Las consecuencias de las reparaciones y de los cambios en una sociedad que había perdido sus referentes abonaron el terreno para los nazis.

También como consecuencia de la Gran Guerra surge el otro gran polo del siglo XX: después de dos revoluciones toman el poder los bolcheviques en Rusia, donde se impone el sistema comunista. El tercer gran polo, el Occidente democrático, se transforma por completo: Reino Unido y Francia pierden peso y surge una nueva potencia mundial: Estados Unidos.

¿Y en la actualidad? ¿Qué lecciones quedan del ambiente que se vivió tras la Primera Guerra Mundial? El historiador Gerd Krumeich, uno de los grandes expertos alemanes en la contienda, lo tiene claro: “El odio enconado”.

Testigos de aquellos años, como (la filósofa) Hannah Arendt, constataron ese silencio rabioso entre los alemanes (…). Ese odio que sale de todas las ranuras de la sociedad y que busca algo para tomar forma se asemeja mucho a lo que vivimos hoy en día”, afirmó Krumeich.

 TRUMP ABRE UN FRENTE CONTRA MACRON

El presidente estadunidense, Donald Trump, denunció, al llegar a París, las declaraciones “muy insultantes” de su homólogo francés, Emmanuel Macron, sobre la creación de unas Fuerzas Armadas europeas.

El presidente Macron acaba de sugerir que Europa construya su propio ejército para protegerse de Estados Unidos, China y Rusia”, tuiteó Trump cuando el avión Air Force One aterrizaba cerca de París, donde el presidente estadunidense participará en las conmemoraciones por el centenario del fin de la Primera Guerra Mundial.

¡Muy insultante, pero quizás Europa debería antes pagar su parte a la OTAN que EU subvenciona ampliamente!”, agregó.

Macron y Trump deben reunirse hoy en el Palacio del Elíseo, sede de la presidencia francesa.

En su tuit, el mandatario estadunidense parece referirse a las declaraciones del martes de Macron con las que abogó por la creación de un “un verdadero ejército europeo” para proteger mejor Europa.

No protegeremos a los europeos si no decidimos tener un verdadero Ejército europeo”, afirmó el mandatario francés.