La Máquina se afianza en el liderato

  • La Máquina sumó su octavo triunfo en el Coloso de Santa Úrsula.

La fiesta celeste en el regreso al Estadio Azteca cerró con un torneo invicto. Cruz Azul terminó sin derrota en el Apertura 2018 en casa, y coronó su actuación con un triunfo 2-1 ante Lobos BUAP que tuvo ventaja en el inicio del juego pero la desperdició.

La Máquina sumó su octavo triunfo en el Coloso de Santa Úrsula donde solo América logró arrancarle puntos en su vuelta a la que fue su casa y donde más campeonatos han ganado a lo largo de su historia.

Y lo hicieron apelando al estilo del técnico Caixinha, con orden, paciencia y habilidad de sus jugadores que tuvieron como único escollo al portero Toño Rodríguez en el inicio del encuentro.

Rodríguez fue clave para Lobos pese a los goles recibidos pues solo en el primer tiempo desvió remates de Édgar Méndez (12’ y 32’), Igor Lichnovsky y hasta un mano a mano del mediocampista Elías Hernández a los 21 minutos.

En todos los casos, el arquero leyó la jugada e hizo gala de sus reflejos para evitar una mayor goleada para los Lobos.

Sin embargo no fue suficiente en los primeros 45 minutos ya que llegaron los goles celestes que dieron forma al marcador.

Primero fue el delantero Martín Cauteruccio a los 32 minutos, quien aprovechó un remate de Édgar Méndez que fue desviado por un defensa. El uruguayo aprovechó el esférico en el área y fusiló a Rodríguez que nada pudo hacer en el 1-1.

Con el empate en la bolsa y la inercia de la presión sobre el rival, Elías Hernández volvió a aparecer por la parcela izquierda como lo hizo durante todo el juego. El habilidosos volante sumó tres desbordes en los primeros 15 minutos aunque fue la jugada del 41’ la que terminó en gol.

Elías llegó a línea de fondo y con un pase diagonal desequilibró a toda la zaga que solo atinó a ver el balón mientras José Madueña llegó a la cita con un remate potente que meció las redes de la portería para el 2-1.

La Máquina se adueñó del Liderato General donde nadie lo podrá quitar una semana más, volvió a terminar invicto en el Estadio Azteca como en las temporadas 1978-1979 y 1979-1980; solo espera conocer sus rivales de Liguilla para buscar el anhelado título.