Con amlo el final de la república

Pero hoy ante las actitudes del presidente electo Andrés Manuel López Obrador la autonomía de estos estados se ve amenazada por la forma de gobierno que quiere implementar el presidente electo en México. Es algo similar a lo que desde la edad media se le llamó Virreinato; es decir enviados del monarca, sin ninguna relación práctica o real con los pueblos y tenían como función ejercer la autoridad del rey.

En este caso les han llamado delegados o “súper delegados” que son quienes interpretarán todas las órdenes que vengan desde el centro de la República; inclusive esto habla de una minimización de los gobiernos estatales y de los gobiernos municipales.

Estamos viendo cómo se está dando una concentración absoluta del poder apoyado López Obrador en el grupo de trabajo que tiene en el poder legislativo: el pasado 7 de noviembre las comisiones de Gobernación y Población de la Cámara de Diputados y de Gobernación del Senado comenzaron con el análisis de la iniciativa para reformar la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, con el reclamo de la oposición de que el proyecto de Morena genera una concentración del poder en la Presidencia, le quita facultades a Gobernación y es inoperante.

Explicaron que el modelo de reforma del presidente electo es centralizador, le resta facultades a Gobernación y centra en la Oficina de la Presidencia atribuciones como la política de comunicación social, gobierno digital y memoria histórica que realizan otras dependencias.

Se dijo también que en el caso de los superdelegados genera gran preocupación ya que   estos dependerán de la Oficina de la Presidencia.

Dos casos más muy graves por ciento para la economía del país fueron la simulación de una consulta popular para eliminar el llamado proyecto Texcoco del NAICM.

Y la otra fue la declaración del senador Ricardo Monreal en el sentido de eliminar o disminuir el pago de comisiones al sistema bancario mexicano que son  de las más caras del mundo; ya la vuelta de las horas directamente Andrés Manuel López Obrador y desmiente lo dicho por el presidente del Senado, dejando de manifiesto un total control del poder legislativo.

Y aún faltan 20 días para que asuma el poder constitucional de la aún República mexicana.

Aún no toma posesión como Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador y ya existen claras evidencias del centralismo de poder que pretende ejercer a partir del 1 de diciembre, pero que desde ahora públicamente está perfilando y en un acto inusitado en la política de México está ya actuando como si fuera el presidente de este país que aún tiene una forma de gobierno republicano.

La República mexicana es una confederación de estados Libres y Soberanos que aceptaron unirse para integrar un país.

El 20 de noviembre de 1824 en lo que durante muchos años se llamó la capital de la República se acordó unirse en una confederación que denominaron Estados Unidos Mexicanos, hubo algún otro Estado como Belice que prefirió no unirse a esta confederación e integrar un país autónomo, pero también hubo otros estados que pudiendo haber integradose como país pidieron unirse a esta confederación de estados mexicanos, es el caso del Estado de Yucatán.

Posterior a 1821 después de la firma “Los Tratados de Córdoba” que es un documento en el que se acuerda la independencia de México, firmado en la ciudad de Córdoba, Veracruz, el 24 de agosto de 1821, por Agustín de Iturbide, y por el virrey Juan O’Donojú.

En ese momento todos los estados que integran este país intentaron tener un gobierno propio autónomo e incluso monárquico como es el caso de Monterrey, hoy Nuevo León.

Han transcurrido casi dos siglos de desarrollo antropológico en un grupo de estados agrupados en una confederación, pero libres y soberanos con poderes ejecutivo, legislativo y judicial propios, hasta hoy