Orejas y rabo para Diego Ventura

  • El rejoneador  inició en SLP su campaña americana con los máximos trofeos, el diestro Fermín
  • Rivera, dos orejas; Sergio Flores dos apéndices y Enrique Ponce se entregó pero perdió trofeos

Ante un lleno hasta el reloj la Plaza El Paseo festejó 123 años de haberse inaugurado y con un cartel de tronío con las figuras europeas y las figuras mexicanas; Diego Ventura a caballo, el valenciano Enrique Ponce y por México, Fermín Rivera y el tlaxcalteca Sergio Flores.

Ventura festeja sus 20 años de alternativa y celebró la primera corrida de su temporada en México y vaya forma de iniciar con la conquista de los máximos trofeos y demostrando que está listo para catapultarse como el mejor rejoneador en el orbe.

Ponce se esforzó y mostró grandes dotes de lidiador pero no rubricó su labor con la espada y perdió trofeos para salir del coso por su propio pié mientras sus alternantes lo hicieron a hombros.

Fuerte petición de rabo para Sergio Flores que se quedó con dos merecidas orejas; el tlaxcalteca se perfila para figura importante.

Es el prólogo de la historia que se vivió anoche en la Plaza Monumental “El Paseo” inaugurada un 1 de noviembre de 1895 gracias al esfuerzo de Pedro Nolasco y con 123 años de presencia en la tauromaquia; el bello coso de Avenida Universidad.

Se lidiaron toros de cinco ganaderías: Santoyo, Xajay, Bernaldo de Quiros, La Alianza Fermín Rivera y San José con juego desigual pero permitiendo el lucimiento.

Un lleno absoluto fue el marco perfecto para la corrida, una afición ávida de emociones que inició con la presencia de quien se perfila como el mejor caballista torero de orbe con una actuación espectacular que cautivó al cónclave.

DIEGO Ventura abrió Plaza con “Príncipe” de Santoyo con el que logró una faena de mérito con rejones, banderillas y rosas alternando el castigo con toreo  sobre sus caballos “Prestigio”, “Oro”, “Bronce” y “Sueño”, falló con el acero de muerte para escuchar división de opiniones.

Con su segundo astado “Don Juan” de la dehesa jalisciense de Santoyo armó la escandalera al iniciar toreando con una garrocha montando a “Sueño” para ir cambiando de caballos para lidiar a un toro con recorrido; así desfilaron “Oro”, Toronjo” y “Dólar” cada uno con su estilo y temperamento para torear haciendo levantar de sus lugares a los aficionados en cada giro, en cada cabriola, en cada quiebro de Ventura para clavar rejones, banderillas, banderillas cortas y el certero rejón de muerte que valió la exigencia de los aficionados para que se le otorgase el rabo del astado.

ENRIQUE Ponce no tuvo suerte, sus enemigos, Sueño” de Bernaldo de Quiros fue difícil, el valenciano le pudo desde luego pero sin llegar a acomodarse y finalmente fallando con el acero; se retiró entre palmas. En su segundo toro “Rociero” de Xajay tuvo que demostrar dotes de lidiador y olvidarse de la suavidad y la estética; hizo las cosas muy bien, estuvo muy torero arrancado pases de mucho kilataje pero lamentablemente cuando ya tenía las orejas ganadas falló al oficiar con la espada; molesto se fue al callejón y el público le obligó a salir al tercio para tributarle una larga y sonora ovación.

FERMIN Rivera muestra desde la feria de agosto otra cara, otra actitud, sigue con el clasicismo y que bueno pero ahora le ha inyectado a su toreo el ingrediente de la alegría y así se le vio saludar a sus astados de rodillas con largas por demás aplaudidas.

Su primero se llamó “Almonteño” de Xajay siendo aplaudido al pasaportarlo tras una faena variada; su segundo se nombre “Centenario” de la ganadería que fundó su célebre abuelo, La Alianza de San Fermín fue un toro nada fácil, fue más bien complicado y Fermín que por cierto estrenó un traje carmesí supo lidiarlo y torearlo, con pases de excelente manufactura para rubricar con una estocada entera que fue premiada con las dos orejas.

SERGIO Flores, de azul marino y oro fue ovacionado con “Macareno” de Xajay, un toro que le permitió desarrollar su estilo alegre, bullidor y con la dosis de valor necesaria para darse el arrimón con pases con el compás abierto; falló con el acero con varios “metisaca” y dos descabellos.

En el cierra plaza de nombre “Potosino” de la ganadería de  San José se lució con el capote y al tomar la muleta ofreció una faena que caló hondo en el ánimo de los aficionados para cobrar la estocada que pobló de pañuelos los tendidos de la plaza orillando al juez que, fiel a su mala costumbre de regatear gradualmente mostró los pañuelos; el titular del palco de la autoridad no se merecía la renovación del nombramiento ante el cambio de la administración municipal; ese es tema importante que tratar, por ahora nos quedamos paladeando el triunfo de Flores y una noche de torería en el aniversario de la Plaza El Paseo.