«El palo es duro, pero todo es reversible»: Lopetegui

Lopetegui no claudica. La goleada por 5-1 ante el Barcelona en el clásico del futbol español ha dejado sentenciado al entrenador del Real Madrid.

Es la cuarta , y más dolorosa, derrota liguera; el sexto partido, de diez, en que el Real Madrid no consigue ganar. El lunes amanecerá en la novena posición de la tabla, más cerca del descenso que del liderato.

Con todo, se rehúsa a ver el final. Lopetegui insiste en que la situación es aún reversible. Que hay tiempo para reconducir el barco.

“Fuerza tengo. Soy el entrenador.

Estamos en octubre. Es un palo duro, pero todo es reversible.

Tengo confianza en el grupo. El equipo tiene vida el resto de la temporada. Yo me siento ahora mismo triste, pero me siento con fuerza de poder seguir dirigiendo este grupo, sin ninguna duda”, dijo el entrenador en rueda de prensa tras el encuentro disputado este domingo en el Camp Nou.

Pero su continuidad no depende de él. Lo sabe.

Hace semanas que se le nota abatido. Un tanto irritable, sobre todo, cuando se le pregunta por su, más que probable, anunciado despido. Lopetegui ha estado discutido desde que su equipo perdió por 3-0 ante Sevilla; una dolorosa derrota que presagiaba la catástrofe. Cinco derrotas, un empate y una victoria desde entonces. Solo cuatro goles en siete partidos – tres de ellos, a cuenta de un defensa, Marcelo.

En la capital española ya no se espera que la directiva tome la decisión de destituirlo, sino del momento en que lo hará oficial.

Su destitución se ha venido atrasando desde que cayó ante el Alavés, en parte, por no condicionar (más) el clásico, y sobre todo porque la directiva no parece tener amarrado al sucesor.

Lopetegui se aferra a ese último hilo de esperanza.

“Sabemos cómo funciona el mundo del futbol y evidentemente la responsabilidad última recae en el entrenador. Pero aquí ganamos todos y perdemos todos. Pero dicho esto sigo pensando que estamos en las fechas que estamos y a pesar que hoy es un día muy triste, estoy convencido que el Madrid va a festejar algo.

“Yo al final no soy el que toma las decisiones. Yo explico cuál es mi sentir y mi creencia en este equipo. El resto no es responsabilidad mía”, reconoció Lopetegui.

En cuanto a sus jugadores, dijo no tener “nada que reprocharles” pese a que llevan más de tres semanas jugando mal – algo que el mediocampista Casemiro ha reconocido abiertamente. En su lugar, argumenta haberse visto “muy castigado” por las lesiones. La única baja para el Camp Nou fue Dani Carvajal.

“No tengo ningún reproche porque creo en este grupo y en este equipo. Ahora todo mundo está tocado, pero me gustaría ver qué pasa en mayo.

A mí como entrenador me toca asumirlo y ayudar a levantarles la moral. Hacerles ver que este equipo tiene futuro. Las dinámicas terminan alguna vez y estoy convencido que el equipo tiene futuro”, dijo. Y no a modo de despedida.

Por lo demás, Lopetegui no notó que su equipo careciera de ambición. Alma. Sentido de la dirección. Que se viera ahogado y desbordado por el Barcelona desde el primer minuto.

El resultado, señaló como lo ha hecho tras cada derrota, es casi inmerecido.

“Tampoco han tenido grandes ocasiones; han tenido el penalti y la primera acción que nos han pillado con el pase atrás. Al margen de ser superiores no era para un 2-0.

En la segunda el equipo ha estado mucho mejor, nos hemos metido en el partido, hemos tenido situaciones y luego han venido más infortunios.

El tercer gol ha terminado con nuestras ilusiones y luego el castigo ha sido excesivo. El resultado no refleja la realidad del partido”, dijo Lopetegui.

Una realidad que para su jugador, Casemiro, es bien distinta, pues mientras él intentaba dar explicaciones en sala de prensa, el mediocampista reconocía ante las cámaras de televisión que “el 5-1 es la temporada. La temporada es un desastre”.