- La mayor presión recae en los hombros del entrenador Julen Lopetegui.
Julen Lopetegui se siente vivo. El Clásico español ante el Barcelona ha puesto mayor presión que nunca en el Real Madrid. Llega en la situación más complicada posible, con el orgullo herido y al borde del abismo.
La mayor presión recae en los hombros del entrenador Julen Lopetegui. Prácticamente sentenciado y a quien solo puede salvar una victoria en el Camp Nou. Casi un ‘milagro’ que el Real Madrid lleva más de dos años sin obrar. Pero Lopetegui se dice con 100% de energía para sacarlo adelante y con ello, salvar la temporada del equipo. Y la suya.
“Espero seguir respirando, sí. No creo que me vaya a morir”, ironizó el técnico del Real Madrid en rueda de prensa previa al último entrenamiento del equipo de cara al encuentro.
En la capital española la sensación figurativamente hablando es bien distinta. No se habla de otra cosa que de su posible sucesor. Desde el italiano Antonio Conte, actualmente sin equipo y la opción más seria y que el club sigue sin desmentir después de varias semanas. Se ha llegado a sugerir la posibilidad de fichar a Roberto Martínez, entrenador de Bélgica, aunque se antoja difícil a dos semanas de la próxima fecha FIFA, e incluso, el regreso de José Mourinho, en una situación igual de complicada en Manchester. A ese punto ha llegado la desesperación merengue.
Según ha trascendido en varios medios españoles, las tres candidaturas han sido consideradas con seriedad por la directiva.
Pero aunque domine la conversación en el entorno merengue.
Lopetegui dice no escuchar y no enterarse.
“Como no escucho (la radio), no sé lo que dicen”, se limitó a responder a pregunta expresa sobre si está consciente de que en el club se ha considerado la posibilidad de reemplazarle en caso de perder.
“Estoy en lo único que puedo hacer, el trabajo de entrenador.
No estoy muy pendiente de lo que dicen porque no nos va a llevar a ganar el partido y sí potenciar las cosas buenas que son muchas. En intentar prepararnos para un partido exigente.
«Cada uno tiene el 100% de energía. La mía está centrada ayudar a mi equipo. Nada más. Esa es la labor de un entrenador y en este caso más que nunca”, señaló Lopetegui.
Barcelona, el más deslumbrante ante el Real MadridNo te pierdas los datos más relevantes en la previa del Clásico.
Y es que el técnico, como lo hiciera su segundo capitán Marcelo recientemente, vino a atribuir el momento de tensión en que se encuentra inmerso su equipo a la tendencia que marca la prensa en torno a los temas ‘sensibles’.
Como los malos resultados (siete partidos sin ganar de doce), las críticas a la falta de gol, el ambiente enrarecido dentro de su propio vestidor y que la directiva tenga intenciones reales de sustituirlo si no saca adelante el Clásico.
“Vosotros ven el futbol desde una orilla y los entrenadores de otra. Ustedes tienen sus intereses y nosotros los nuestros y no coinciden”, dijo Lopetegui.
Su argumento no es otro que lo que lo ha salvado hasta este momento. El calendario.
En pleno octubre (casi noviembre), afirmó, su equipo todavía tiene margen de acción para darle la vuelta a su comprometida situación. Solo si gana, claro está, pues en caso de perder se arriesga a acabar en la décima posición y a siete puntos del Barcelona.
“Lógicamente cuando se genera una serie de preguntas y situaciones que favorecen mucho su trabajo y poco el nuestro.
Lo que me interesa de Marcelo, Sergio y todos es cómo entrenan cada día y es lo que me hace estar tranquilo para que el equipo de la vuelta a una situación que no es irreversible. Estamos en octubre”, insistió Lopetegui.
Eso sí, sostuvo que no le parece ‘molesto’ que se hable de una sorpresa en caso de que llegue a sacar una victoria del Camp Nou. Sería la primera en Liga desde abril de 2016.
“Yo acepto todo, es la regla del futbol. Lo que pueden decir o no cambia depende de las tendencias y dinámicas.
Obviamente Barcelona es un equipo de un potencial muy alto. Ni me molesta ni me deja de molestar. Estaría feliz que lo dijerais”, finalizó.