La realidad supera por mucho a la ficción, sin embargo, esto no deja de afectar emocionalmente a Álex Perea, protagonista de Sin miedo a la verdad, serie que ha llamado la atención, primero por los temas que aborda como tráfico de órganos, mirreyes impunes, los niños de la ballena azul (suicidio de pequeños), tratantes de personas, narcomenudeo on line o pago por derecho de piso, que son recreados con crudeza y muy apegados a la realidad.
“Por supuesto que me afecta, pero es algo que nos está pasando en el país, no podemos hacernos tontos, son muchos casos muy fuertes y que lamentablemente los vemos cada vez más.
En la emisión pueden parecer tristes, pero al final tenemos ese halo esperanzador, para lo cual estamos asesorados por especialistas”, comentó a un Diario de circulación nacional.
Esta emisión forma parte del cambio que está viviendo la televisión, en la que hay más apertura y las temáticas son más reales. Está hecha con técnica de cine y con formatos que remiten a las series estadunidenses.
Estoy satisfecho porque es una serie importante. Basada en historias reales pero al final están actualizadas y les incluimos un toque de ficción”, dijo el actor.
“Cuando se estaba creando se pensó mucho en un Dr House, que tiene un elenco base, pero que en cada capítulo van sucediendo cosas diferentes y eso le da mucha frescura.
“Manu (su personaje) es el hilo conductor que le da el toque de ficción para hacerla interesante para el público.
Al hacerla en formato de cine se cuidan mucho más todos los detalles y obviamente las escenas son mucho más tardadas de hacer pero vale la pena y el público lo está agradeciendo”, explicó.
La trama gira en torno a un chico que sufrió de abusos en la infancia y que por defender a su hermana de una violación mata al agresor, pero sale quemado del rostro, a parir de ahí, crece huyendo de una venganza y se refugia en una colonia popular de la Ciudad de México.
Es experto en computadoras y tecnología y con eso crea un personaje que ayuda a los necesitados a encontrar a los culpables para que paguen sus crímenes.
Es un héroe urbano, aunque Álex Perea asegura que no se está fomentando que el público busque hacer justicia por su propia mano.
“Hemos comentado eso, entre el productor, director y yo, pero la realidad es que la serie no propone eso, no hay que perder de vista que es un programa de entretenimiento y que aunque las temáticas son reales, se trata de una emisión de ficción.
“Además, se muestra el uso de la teconología y cómo por medio de ella se puede ayudar a los demás. Pero hay que dejar claro, que mi personaje no ejerce la justicia, no impone las reglas, hace todo lo que puede, porque también es un hombre de carne y hueso, que también es golpeado, pero hace todo por llevar a los maleantes ante las autoridades, pero no lastima a nadie, no se atreve a eso.
Las instituciones hacen lo que les corresponde, mi personaje sólo les echa la mano, no va por ahí de tomar la justicia por su propia mano”, aseguró.
Perea aseguró que Manu, a pesar de estar marcado del rostro ha conquistado porque se ha identificado con el público.
Esta padre el personaje, se busca eso, que tenga personalidad, que haya identificación con quienes somos y cómo somos los mexicanos, no es el güerito, blanquito de ojo verde, es alguien mucho más real, más urbano, que a pesar de que es de una colonia popular y esta quemado, tiene ese algo que llama la atención. Puedo decir que tiene su ‘ondita’, es una persona oscura, misteriosa”, dijo.
Este proyecto no es el único con el que el actor está al aire, pues en televisión de cable también protagoniza Por la máscara, serie que gira en torno a la lucha en México.
Estoy en mes de estrenos, se dio la casualidad que Por la máscara también se estrenara en octubre y eso es increíble. Se trata de otra historia diferente que gira en torno al mundo de la lucha libre, su teje y maneje, situaciones poco conocidas. Así que hasta ahora, ¿qué más puedo pedir?, ha sido muy buen año para mi y voy a tratar de aprovecharlo”, concluyó.