Migración ordenada o en orden

Apenas en el 2013, tras la muerte del presidente venezolano Hugo Chávez; Otto Pérez entonces presidente de Guatemala, señalaba que el liderazgo del presidente de México, Enrique Peña Nieto en Centro y Sudamérica, sería importante al momento de la recomposición geopolítica de la región, justo en ese momento.

La verdad es que el centro político que hace décadas fue nuestro país para todos los países al sur de nuestra geografía continental, al menos desde hace dos décadas, se lo disputaba primero con Venezuela y hoy sin duda con Brasil.

Es el ideario político, el primer factor que desplazó a México del   liderazgo frente a naciones de centro y América del sur, sobre todo en la era del panismo en el Ejecutivo Federal, y con Peña Nieto, su casi cuadrada vista hacia el norte con Estados Unidos y Canadá, restó aún más a los lazos hacia la línea austral.

No es difícil entender por qué, líderes de izquierda de América entre otras regiones, apoyaron la candidatura de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de México.

Así hoy, mientras el peñanietismo se alía con la hegemonía político-económica que ejerce Trump sobre nuestro país, López Obrador pide a los gobiernos estatales como Chiapas, recibir y apoyar a nuestros hermanos hondureños que buscan –como en su caso millones de mexicanos— migrar hacia el norte en la búsqueda de mejores oportunidades de vida.

Peña Nieto, deja claro que lo suyo son los intereses que dejen dividendos comerciales, económicos y financieros; porque en el terreno de los derechos humanos, no tiene ni idea de lo que se trata.

Declarar que los hondureños –guatemaltecos y más centroamericanos– de la caravana migrante de este 2018, agredieron  a las fuerzas policiacas apostadas para recibirlos al intentar pasar el cruce fronterizo entre Guatemala y México; es un despropósito, cuando fue la Policía Federal la que formó una barrera para contener el río humano de casi cuatro mil migrantes.

Es cierto que México ya no tiene mucho que ofrecerles, y ellos conocedores de nuestra terrible situación, sólo buscan tomarnos de trampolín o de paso, porque su objetivo es cruzar la gran frontera entre México y Estados Unidos.

Sus destinos empero son inciertos y muchos de ellos o se quedan en nuestro país, o ante las inminentes violencias que se ejercen en contra de ellos, deciden regresar a sus terruños.

¿Cuándo nos hicimos amigos de quienes nos maltratan y enemigos de quienes nos veían como amigos?

Otra raya al tigre del Gobierno de Peña Nieto.

Acta Divina… “Migrantes hondureños agredieron a elementos de la Policía Federal”: presidente Enrique Peña Nieto.

Para advertir… La óptica represiva.