La historia detrás del épico jonrón de Kirk Gibson en 1988

Kirk Gibson (jardinero de los Dodgers 1988-89; actualmente mánager de los Diamondbacks de Arizona): Yo estuve con los Tigres toda mi carrera, atravesé por una conspiración y tuve que quedarme ahí. Cuando me fui de Detroit, se dijo mucho de mí. Me atacaron, atacaron mi carácter y dijeron cosas de mi familia. Recuerdo que mis padres, especialmente mi padre, me defendieron. Cualquier padre o madre haría eso, pero les dije, ‘No se preocupen, tendremos nuestro día bueno’».

Fred Claire (Gerente de los Dodgers 1987-98): Necesitábamos hacer algunos cambios significativos. Terminamos 16 juegos por debajo de .500 las dos temporadas previas. Intenté hacer un canje por Kirk en las reuniones invernales de 1987, y en esa época había una gran interrogante si Kirk sería declarado agente libre por todo el caso de conspiración.

Claire: Yo había sostenido extensas reuniones con Bill Lajoie, gerente general de los Tigres, y estaba dispuesto a canejar a Pedro Guerrero por Kirk en las reuniones invernales. El cambio nunca ocurrió, pero cuando Kirk se convirtió en agente libre poco después, nos aseguramos de firmarlo.

Mel Didier (scout de los Dodgers 1983-98): Había intentado firmar a Kirk desde que él estaba en Michigan State. Así que cuando Fred Claire me llamó y dijo, «Tengo a Kirk Gibson en mi oficina, ¿qué opinas?», le respondí, «No me importa un demonio si él quiere el estadio, dáselo porque él nos ayudará a ganar».

Mike Scioscia (receptor de los Dodgers 1980-92, actualmente mánager de los Angelinos de Los Ángeles): Todos pensábamos que éramos buenos peloteros y que jugábamos duro, pero Kirk nos llevó a otro nivel. Su intensidad era descomunal.

Orel Hershiser (pitcher de los Dodgers 1983-94, actualmente analista de ESPN): En el primer juego del entrenamiento primaveral, Jesse Orosco puso pintura facial en la parte interna de la gorra de Gibson, antes de que él saliera a trotar antes del partido. El equipo y los aficionados en Vero Beach se rieron de Kirk porque él tenía manchas negras en la frente, cuando se quitó la gorra para correr. No lo tomó de muy buena manera.

Hershiser: Él estaba tan enojado, que salió del campo y no jugó en ese primer partido. Tuvimos una junta con el equipo al día siguiente, y él expresó su deseo por jugar en un equipo que tomara las cosas en serio. Diversión es diversión, pero cuando es hora de jugar, no te entrometes con tus compañeros del equipo y haces todo para ganar, incluso si es entrenamiento primaveral. Pienso que fue un momento muy significativo.

‘En el año de lo improbable, lo imposible ha sucedido’, vociferó Vin Scully al narrar el batazo. Y es que Kirk Gibson, con las dos rodillas lastimadas, era el último jugador que podría decidir el partido. Rich Pilling/MLB Photos/Getty Images

Didier: Nosotros recopilamos el informe de scouteo para la serie contra Oakland. Éramos Jerry Stephenson, Steve Boros y yo. Estuvimos despiertos hasta las 5 de la mañana y volvimos al mediodía del jueves, lo terminamos, lo pulimos e hicimos que luciera como un cuadernillo. Tommy sostuvo una práctica la mañana del viernes previo al Juego 1 del sábado, y Tommy dijo que él quería que presentáramos el reporte de scouteo.

Tom Lasorda (Mánager de los Dodgers, 1976-96, actualmente consultor especial del presidente del equipo): Teníamos un departamento increíble de scouteo.

Didier: Yo había evaluado a los pitchers en ese reporte, y, luego que había terminado de hablar con el equipo acerca de cada hombre, giré y todos los bateadores zurdos estaban sentados en el piso del vestuario. Ahí estaban Kirk, Scioscia, Mike Davis y el resto de los bateadores zurdos. Los señalé y les dije, ‘Ahora, recuerden, y que no se les olvide, si les toca batear en la novena y vamos perdiendo el juego o estamos empatados, y si la cuenta ante Eckersley llega a 3 y 2… Amigo, tan seguro como que estoy aquí, respirando, que verán un slider en 3 y 2″.

Scioscia: Recuerdo haber estado sentado en esa junta y que Mel realmente lo enfatizaba. Todavía puedo escucharlo en la actualidad.

Gibson: Cuando llegué a cuenta de 3 y 2, pensé en Mel Didier. Me salí de la caja y me dije a mi mismo, ‘Amigo, tan seguro como que estoy aquí, respirando, que verán un slider en 3 y 2’.

Didier: Estaba sentado con mi esposa al extremo de la caseta de los Dodgers cuando él salió. Podía verlo sonreir cuando se salió de la caja y el conteo estaba en 3 y 2, se tomó un segundo y volvió a meterse. Él me dijo posteriormente que podía escuchar mi voz en su cabeza, y en cuando vino el lanzamiento, él sabía cuál era. Mitch Poole (Carga-bates de los Dodgers 1985-88, actualmente gerente del vestidor de los Dodgers): Cuando estábamos en el vestuario, él me dijo hacia dónde iría ese slider en 3 y 2. Él definitivamente estaba pensando en eso. No me queda la menor duda de que él sabía que estaba por venir. Realmente no me di cuenta en ese momento, pero él visualizaba muchas cosas. Es alguien muy visual. Sabía exactamente qué debía buscar.

Gibson: ¿Eso significa que simplemente me senté a esperarla? No. Es que operas de forma subconsciente. Leí un libro de Jack Nicklaus hace algún tiempo, donde él se para en el tee, visualiza la bola entrando al hoyo. Él no tiene que pensar en el swing, piensa en el resultado final. Es como yo me encontraba. Pero cuando Mike Davis se robó la intermedia, yo literalmente intentaba poner la pelota sobre la cabeza del parador en corto.