Un riesgo los penales de SLP para internos y custodios

San Luis Potosí se encuentran en semáforo amarillo, en cuanto a centros penitenciarios, debido a que siguen presentando algún riego para los custodios como para los presos, siendo el penal de la capital el que presenta mayor peligro al contar con más internos.

De acuerdo a información del último Diagnostico Nacional de Supervisión Penitenciaria, San Luis Potosí tiene una calificación general de 6.55, siendo el Centro Estatal de Reinserción Social de Tamazunchale el que tiene la calificación más baja con 6.03; seguido por el Centro de Reinserción Social de San Luis Potosí con 6.26; seguidos por el Centro Estatal de Reinserción Social de Río Verde con 6.94 y finalmente el Centro Estatal de Ciudad Valles con 6.98.

Las calificaciones otorgadas contemplan una escala del 0 al 10, y en los últimos años el estado ha subido algunas décimas y mejorado su calificación pero aun no es suficiente para garantizar los derechos humanos de los custodios como de los internos.

Entre las fallas detectadas por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CN-DH) en la revisión realizada en el año 2017, es la insuficiencia de programas para la prevención y atención de incidentes violentos, e insuficiencia de vías para la remisión de quejas de probables violaciones a los derechos humanos.

Tampoco se garantiza una estancia digna, debido a deficientes condiciones materiales e higiene de instalaciones para alojar a las personas privadas de la libertad, así como la inexistencia o deficientes condiciones materiales e higiene del área médica.

La CNDH tampoco detecto condiciones de gobernabilidad, por la insuficiencia de personal de seguridad y custodia, deficiencias en el procedimiento para la imposición de las sanciones disciplinarias.  Así como, ejercicio de funciones de autoridad por parte de personas privadas de la libertad (autogobierno/cogobierno), la presencia de actividades ilícitas, y cobros (extorsión y sobornos).

En cuanto a la reinserción social del interno, hay deficiente separación entre procesados y sentenciados, insuficiencia o inexistencia de actividades deportivas.

Los grupos de internos con requerimientos específicos no cuentan con programas para la prevención de adicciones y desintoxicación voluntaria. También, hubo cosas positivas como la distribución de personas privadas de la libertad, separación entre hombres y mujeres; integración y funcionamiento del Comité Técnico; organización y registros para el cumplimiento del plan actividades.

Se detectó una adecuada atención a personas con discapacidad y de personas que viven con VIH/SIDA.