Se acerca el término del sexenio de Enrique Peña Nieto… y al parecer también de su matrimonio.
El “cuento de hadas”entre el presidente de México y Angélica Rivera estaría cerca de acabar, de acuerdo con rumores de columnistas y textos que se han escrito al respecto.
Salvador García Soto, columnista, aseguró que los papeles del divorcio están listos para formalizar lo que se rumoraba desde hace tiempo. El distanciamiento entre el presidente y la actriz se ha vuelto más profundo y, supuestamente, el priísta se sentía más cómodo cuando su esposa no estaba cerca.
La pareja se casó por la iglesia el 27 de noviembre del 2010.
Los dichos de García Soto
García Soto, en la columna Serpientes y Escaleras de este jueves, señala lo siguiente sobre el presunto divorcio: “Con la mudanza ya avanzada en Los Pinos, también llega la noticia de que en la casa presidencial han comenzado formalmente los trámites de divorcio que oficializarían una separación y distanciamiento que ya lleva tiempo. Así que con el fin de sexenio también terminará el cuento de hadas…”, escribió.
Jenaro Villamil, reportero de Agencia Proceso, ha comentado en otras ocasiones que “prácticamente desde que llegaron a Los Pinos” se habla de la separación.
“El escándalo de La Casa Blanca fracturó para siempre una sociedad conyugal tele-dirigida que tuvo su peor momento cuando la exprogatogista de telenovelas salió a defenderse de una propiedad inmobiliaria que era del presidente de la República y no de ella”, se publicó en un texto titulado “Angélica Rivera y Peña Nieto, el final solitario de la telecomedia”.
Relación fracturada
Describen también la relación como lo opuesto a una telenovela rosa, que ha tenido desencuentros políticos, diferencias entre los hijos, escándalos de propiedades, tensiones, sonrisas congeladas y la pose de enamoramiento que ya nadie les compra, aseguraron.
Además, el comportamiento de la familia presidencial nunca le ayudó al mandatario, sino que solamente reflejó frivolidad con fotos y viajes.
Además de Rivera, expertos dicen que Peña Nieto tampoco es apreciado, al menos como antes, por el círculo priísta, tras la derrota del partido en las pasadas elecciones.