Marcelo Barovero salvó la noche a los Rayados de Monterrey ante el asedio de los Tigres en la edición 117 del Clásico Regio. El Estadio Universitario pesó a favor de los locales, que tuvieron la oportunidad de llevarse la victoria, pero que al final firmaron un empate a cero.
Después de los hechos violentos que tuvieron lugar en las calles aledañas al Estadio Universitario, y que dejaron a un aficionado de Tigres gravemente herido, el futbol desplegado por ambos equipos intentó volverá ser protagonista. Pero el gol nunca cayó.
Pocas jugadas manifiestas de gol, pero las que hubo fueron más claras para los dirigidos por Ricardo Ferretti: André Pierre-Gignac y Julián Quiñonesfueron los hombres más peligrosos de los felinos, pero atrás estuvo Marcelo Barovero para ponerles un alto.
En los primeros minutos del partido, José María Basanta fue sustituido por lesión; minutos después Rodolfo Pizarro mostró molestias en la rodilla derecha y no salió para el complemento.
Gignac tuvo dos remates de cabeza, pero ambos se fueron desviados. Quiñones mandó un centro buscando al francés, pero Barovero se cruzó para evitar la conexión.
En la segunda parte despertó Monterrey y buscó por medio de Rogelio Funes Mori, sacando un disparo de pierna izquierda, pero en el fondo su compatriota Nahuel Guzmán mandó a tiro de esquina.
El balón parado fue una opción. Dos remates de Juninho en el área ocasionaron peligro, pero el que más fue el que remató con el muslo, pero Barovero salvó en la línea.
El capitán de Tigres, Juninho se fue expulsado del partido por doble tarjeta amarilla, tras cometer una falta a Jesús Gallardo, quien se escapaba al área grande.
Luis Madrigal tuvo la última para Rayados que ya jugaban con uno más. Su remate de cabeza a un lado fue invalidado por una falta.
Monterrey se quedó en 17 puntos, la siguiente semana recibirá a Tijuana; Tigres por su parte llega a 15 unidades y enfrentarán la siguiente semana ante Querétaro.