Papa Francisco acepta la renuncia de dos obispos chilenos por escándalos sexuales

Luego de que todo el episcopado chileno pusiera sus cargos a disposición del papa Francisco, en medio de la histórica limpieza al clero del país sudamericano por los escándalos de abusos sexuales contra menores, Fran-cisco aceptó este viernes la renuncia de otros dos nuevos obispos: Carlos Pelle-grín, de Chillán, al sur de Santiago de Chile, y Cristián Contreras, de San Felipe, al norte de la capital.

Con estas nuevas remociones, son siete los obispos que desde mayo han salido de la jerarquía, de un total de 34 y se suma el caso del sacerdote Cristián Precht, un cura simbólico de la lucha contra la dictadura de Pinochet, al que el Papa expulsó del sacerdocio el fin de semana, por nuevos casos de abusos informados a la Congregación para la Doctrina de la Fe.

El pontífice recibió en mayo pasado a la Conferencia Episcopal chilena para analizar la crisis que vive la iglesia católica en este país sudamericano, tras lo cual todos sus integrantes presentaron su renuncia al obispado.

El Papa ya había aceptado con anterioridad las renuncias de los obispos de Valparaíso, Gonzalo Duarte; de Rancagua, Alejandro Goic; de Talca, Horacio Valenzuela; de Osorno, Juan Barros, y de Puerto Montt, Cristián Caro.

Como administradores apostólicos fueron designados el sacerdote Sergio Pérez de Arce, en Chillán, y el sacerdote Jaime Ortiz de Lazcano, en San Felipe.

El administrador apostólico es un obispo o un presbítero nombrado por el Papa para administrar una diócesis que se encuentra en situación de sede vacante, es decir, sin su obispo o arzobispo residencial.