Abriendo frentes y tapando baches

Se avecina el cambio de mando que por cierto ha despertado inusitada expectación y las aguas comienzan a moverse formando pequeños remolinos, algunos de ellos susceptibles de crecer si no son atendidos con eficacia. En este renglón y en la complejidad del momento es difícil creer en las casualidades o coincidencias, más bien se puede resumir en el aprovechamiento de la coyuntura y los intereses en juego.

Algunos eventos destacan por el impacto sobresaliente que han tenido, los acontecimientos ocurridos en la UNAM causan un efecto de preocupación, la máxima casa de estudios siempre ha estado en el ojo del huracán, de ahí han surgido movimientos sociales y liderazgos políticos, a la par de concentrar intereses y variadas tendencias multicolores, razón suficiente para desplegar todo tipo de especulaciones sin que a ciencia cierta se conozcan los verdaderos motivos de esos actos vandálicos y cobardes, simplemente se aprecian los medios desestabilizadores más no el fondo del objetivo.

La magnitud del asunto hizo reaccionar al Presidente electo, quien decidió tomar cartas en el asunto y prácticamente en papel de Jefe de Estado -lo que ha venido haciendo desde las elecciones-, sostuvo una reunión con el rector de la UNAM cuestión por decir lo menos, poco común, además la interpretación surgida de ese encuentro es poner orden y otorgar el respaldo a la máxima autoridad universitaria.

Mientras tanto, en el Congreso dejan entrever que las formas no son precisamente su fortaleza, el affaire de Manuel Velasco en el Senado y los Diputados del Verde, ahora de MORENA, delinean la promiscuidad política de los acuerdos, la manera de conducirse salpica a la gran mayoría de los legisladores que inician con poca dignidad y refrendan la opinión mayoritaria que la sociedad tiene sobre la clase política.

Para rematar don Mario Delgado, flamante representante de MORENA en la Cámara de Diputados, informa que las intenciones tan cacareadas de austeridad en ese órgano legislativo, serán suspendidas hasta nuevo aviso, por lo tanto todo seguirá igual.

Es obvio que algo no embona, mientras unos buscan apagar fuegos, otros se empeñan en abrir frentes, se advierte un grupo -que no equipo-, descoordinado y sin rumbo alguno, cada quien con su agenda, cuidando su corralito y empeñado en quedar bien a costa de lo que sea, me pregunto ¿y el país?.