Cosas de la Ciudad: Continúan impunes los abusos de taxistas contra usuarios

Por: El Diablo Cojuelo

IMPUNIDAD.- Con toda impunidad, taxistas contnúan haciendo de las suyas abusando del servicio que prestan a los usuarios, excediéndose en el cobro de las «dejadas», escudándose en que «es lo que marca el taxímetro» el cual ni duda cabe que es alterado a su conveniencia.
ALTAS TARIFAS.- Es así que en corridas que por lo regular se deben cobrar a cierta cantidad, las alteran casi a lo doble según usuarios afectados que tienen que desembolsar lo que cobran para no meterse con el germio ruletero que se caracteriza por ser demasiado agresivo como ya se ha dado cuenta en múltiples ocasiones pero pese a denuncias, la SCT no ha hecho nada por impedirlo. O sea que la dependencia les solapa sus tropelías. Es por demás.
CAFRES.- Las quejas abundan contra los conductores de los camiones urbanos de Transportes Tangamanga (los verdes) pues toman las calles y avenidas como pistas de carreras por el limitado tiempo que tienen para cubrir la ruta que tienen sin importarles la seguridd de los usuarios.
ARMATROSTES.- Los armatrostes que conducen tal parece que no saben como controlarlos puesto que por la velocidad que imprimen los choferes a cada momento van frenando haciendo que la gente, niños, adolescentes, jóvenes, adultos y adultos mayores sufran las consecuencias con caídas o golpes dentro de las unidades. Pero igual la SCT como si nada ante las denuncias.
INSEGURIDAD.- La inseguridad sigue privando en todo el Estado con los hechos violentos como ejecuciones a granel, asaltos y robos al por mayor y enfrentamientos entre bandas pandilleriles sin que ninguna corporación haya podido ponerle un freno. ¿Hasta cuàndo los potosinos podrán regresar a la tranquidad de que antaño gozábamos?. Tan es así que las corporaciones policiacas se han visto demasiado rebasadas por la delincuencia, algo que nunca se había visto en nuestro territorio.
AGUAS.- Por tal motivo no es desconocido que ya colonos de sectores conflictivos han decidido unirse para hacer frente a los grupos delictivos y pandilleros que los tienen asolados ante la ineptitud de las policías en general por poner un hasta aquí. Ya están cansados y con justa razón de vivir con el temor de verse afectados físicamente y en sus patrimonios por balaceras, asaltos, robos, y enfrentamientos a toda hora del día.
CHOCAN PATRULLA.- El no tomar las medidas mínimas de precaución originó que una patrulla de la Policía Municipal fuera chocada por un autobús del servicio público urbano de pasajeros. El chofer la dejó en doble fila mientras atendía el enésimo caso de un vehículo abandonado en la vía pública por ladrones de automotores, algo que ya en nuestra entidad se ha vuelto cotidiano. Lo ideal sería se atrapara a los ladrones.
INCREÍBLE.- Casi un año después de haberlo intentado y fallado, ayer los maleantes pudieron llevarse uno de los cajeros automáticos que se encuentran a unos dos metros de la entrada a Presidencia Municipal, en Villa de Reyes, desde donde hace más de dos años hay presencia de la cacareada Policía Metropolitana, que aunque haya cambiado de nombre, su productividad no corresponde a la expectativa que generó su creación.
FALLIDO.- El 13 de octubre del año pasado, un comando armado pretendió llevarse uno de los cajeros que se encontraban en el cubículo ex profeso para ello, a un costado de la puerta de Presidencia Municipal, pero al parecer no tomaron en cuenta que a unos 50 metros del lugar estaba al comandancia de la Policía Municipal y los agentes lograron evitar el robo, hubo intercambio de disparos y un agente resultó herido.
PERO…Ahora las cosas fueron iguales, con la diferencia que los policías antes fueron sometidos, los ataron y así los maleantes pudieron actuar con total libertad, desprendieron el cajero, como lo intentaron la ocasión anterior, pero ahora sí, con éxito, se lo llevaron. Y, como siempre sucede ene set tipo de casos, llegaron agentes de diferentes corporaciones, hasta los estatales, fuertemente armados y con el predispuesto dispositivo de siempre; hacer recorridos por la zona y, con el resultado de siempre; nada.