Kerry Perry renunció a la presidencia de la Federación de Gimnasia de Estados Unidos, durando nueve meses en el cargo, una decisión precipitada y polémica para USA Gymnastics luego del caso Larry Nassar que se volvió el mayor escándalo olímpico de la historia.
Perry, una ex ejecutiva en el ámbito de las comunicaciones y sin experiencia previa en la gimnasia, asumió la presidencia de la federación en diciembre pasado.
La dirigente a menudo fue criticada por deportistas que consideraron que no supo lidiar con las consecuencias del caso de Larry Nassar, el médico acusado de abusar sexualmente a siete gimnastas del equipo nacional y hoy recluido con una condena de 45 a 175 años de prisión.
Nassar cumple lo que es una sentencia perpetua tras ser encontrado culpable por posesión de pornografía infantil y abuso sexual.