Dan el último adiós a Héctor Ojeda, guitarrista de Los Acosta

El domingo por la tarde llegaron los restos de Héctor Ojeda el que fuera guitarrista del grupo consentido de México,  Los Acosta a una funeraria conocida en la capital ahí  fue recibido por su familia, su esposa, su hijo que era todo su querer y amigos que lo recibieron tristemente.

En breve plática con su esposa la señora Elizabeth Martínez dijo sentirse muy triste y a la vez en paz por tener el cuerpo de su esposo en San Luis Potosí, cabe hacer mención que Héctor Ojeda falleció en California y tardó una semana en que el cuerpo estuviera en la capital.

La señora Elizabeth Martínez, esposa del guitarrista comentó que se conocieron desde que eran alumnos de secundaria desde el inicio su noviazgo duraron más de 21 años de casados, y recuerda que siempre fiel a su guitarra a su familia, fue un padre ejemplar que siempre nos dio todo, desde que era estudiante su inseparable guitarra siempre le acompaño hasta el último momento

También recuerda aquel día cuando hizo un casting para pertenecer al grupo de Los Acosta y de ahí muy feliz de estar con su otra familia musical que también estuvieron con él hasta su último minuto en donde estuvo con ellos más de 30 años en los escenarios.

 Con un nudo en la garganta la señora recuerda a Héctor como una personas muy servicial, siempre preocupado por el bienestar de su familia era una persona excepcional, caritativo su esposo por ser una de las personas bondadosas muy alegres muy saludador  y siempre muy fiel a su público nunca se le subió ser una persona famosa al contrario cada que podía el ayudaba a los demás muchas cosas quedaron inconclusas por muchísimos planes que él tenía para seguir en esta vida y que lamentablemente fue cortada al perder la vida en una gira de trabajo por la Unión Americana.

Lamenta que haya fallecido a consecuencia de una embolia pulmonar a consecuencia de un coagulo que se le subió al pulmón,   derivando a que sufrió el infarto  fulminante.

También lamenta el tiempo que no estuvieron juntos por su trabajo ya que el ser artistas es uno de los trabajos más sacrificados porque en ocasiones no está con la familia como fechas importantes y deben estar con su público llevando alegría y también ocasionando con ello una vida muy trastornada por la alimentación y las malpasadas que viven al viajar tanto e igual es una vida llena de satisfacciones personales y el Héctor disfrutaba al máximo en cada una de sus presentaciones al tocar su guitarra con su grupo que le dio la oportunidad de llevarlo a la fama y con el cual viajo a muchos lugares y países llevando en alto el nombre de San Luis Potosí con sus «hermanos», llamándolo así el sexto Acosta.

Cientos de amigos se dieron cita en el lugar para darle el último adiós a Héctor Ojeda quién deja tristemente a los escenarios y a sus miles de fans que lo recuerdan por su buen carácter amabilidad además de ser un excelente músico excelente guitarrista y sobre todo un excelente ser humano.