Una de las actividades públicas más bien pagadas en México, con más beneficios y que han servido para el despegue hacia diferentes cargos públicos es el de representante popular; es decir: regidores, diputados locales y federales y senadores de la República.
Además de ser una actividad en el que no se requiere pasar por un examen de oposición o que una junta de administración pueda aceptarlo o rechazarlo de; además de que no se tiene que checar entrada y salida en un reloj de control como cualquier empleado o burócrata.
A esto se le suma las inusitadas prestaciones que tiene un representante popular, ya sea para el desempeño de su actividad directa como representante popular.
Y debido a que ellos elaboran leyes y reglamentos se fijan o determinan cantidades muy cuestionables como sueldos o dietas.
También gozan de un muy mal entendido fuero legislativo, ya que al ser un representante popular se piensa que tiene libertad absoluta encima de sus representados hasta llegar a casos de atropellamiento de diferente tipo a la dignidad de la población.
Y una vez ya en el desempeño de su actividad como representante popular auténticamente toman posturas que nada tienen que ver con sus representados, es más aún, posterior a la campaña política que realicen no vuelven a acercarse a quienes dicen son sus representados, tomando decisiones que ellos, sus representados, ni siquiera imaginan que lo hagan en su nombre.
Éstos son los llamados representantes populares que se suman a sus percepciones otras asignaciones que el poder legislativo les entrega bajo el rubro de atención ciudadana, gestoría, apoyo legislativo, apoyo a la fracción parlamentaria, seguro médico; independientemente de proporcionarles vehículos, de gasolina en abundancia, chóferes, asesores independientemente de equipo y personal de oficina. Todo esto porque son representantes de un determinado número de habitantes del territorio nacional.
México a partir de su independencia definió la forma de gobierno y se inclinó desde 1824 por una forma representativa de gobierno; ya que sería imposible en aquel momento y ahora que el total de los habitantes de este país pudiera estar emitiendo su opinión de manera constante, se optó por un gobierno representativo.
Se instituyó el primer Congreso integrado por representantes populares, es decir por representantes de la población que fueron electos de entre el pueblo.
De esta manera cada uno de los estados que a partir del mes de noviembre de 1824 integraron esta confederación de estados tuvo la potestad de integrar un Congreso al que se llamó constituyente porque daban indicio a la vida representativa en cada uno de los estados.
En México se eligió esta forma de gobierno teniendo la potestad que otorga al pueblo la constitución política de los Estados Unidos mexicanos en su artículo 40 en donde puntualmente dice que:Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una República representativa, democrática, laica, federal, compuesta de Estados libres y soberanos en todo lo concerniente a su régimen interior; pero unidos en una federación establecida según los principios de esta ley fundamental.
Para el caso de San Luis Potosí fue en el mes de abril de 1826 cuando se instituye el primer Congreso constituyente que elaboró la primer constitución política del Estado y que estableció las bases para la elección del primer gobernador del Estado; y a su vez fueron integrados en los municipios que compusieran este estado libre y soberano.