Fernando Alonso y Red Bull: una turbia atracción Fórmula 1

Se trata de un piloto excepcional que siempre habló sin tapujos. Se trata de un equipo con un elevadísimo concepto de sí mismo.  Tan excesivos ambos como necesarios. Fernando Alonso y Red Bull, la historia que alguna vez pudo ser y que ya nunca será, elevaron ayer el tono dialéctico en Spa hasta llevarlo a límites bastante turbios.

«Resulta de lo más sorprendente que digan que creo caos y que soy alguien con quien es complicado trabajar», adelantó el bicam-peón mundial en el avance de una entrevista con Sky TV. «No se adapta a nuestro perfil, porque aquí invertimos en jóvenes pilotos», replicó Christian Horner, jefe de la escudería austriaca, con toda la maldad a su alcance.

El fuego cruzado se desató ayer a mediodía, cuando los motores aún no rugían bajo los árboles de las Ardenas.

La controversia, insólita, repentina, revolvió especialmente los ánimos en el hospitality de McLaren. Allí, la gente más próxima a Alonso consideraba «una falta de respeto» la respuesta de Horner.

De hecho, el ejecutivo envió un mensaje de disculpa, donde también cargaba contra los periodistas.

Sin embargo, ni las palabras de Fernando, que mañana se emitirán completas en la televisión británica, ni la fea respuesta del equipo austriaco son en absoluto responsabilidad del mensajero. El bicampeón mundial había ofrecido todo lujo de detalles sobre las seis propuestas de Red Bull.