Integrantes del Movimiento Nacional en Defensa de la Tierra se manifestaron ante la casa de transición de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) contra la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAICM) en el Lago de Texcoco.
Con machete en mano, los manifestantes entregaron un análisis técnico de por qué no debe seguir la construcción de la terminal aérea.
América del Valle, portavoz del movimiento, pidió que así como AMLO atiende al grupo aeroportuario y al empresario Carlos Slim, ellos también piden un encuentro con el Presidente electo.
Los inconformes llevaron un documento, según afirmaron, con pruebas “técnicas y científicas” que sostienen la inviabilidad del aeropuerto. “Y los empresarios y el grupo aeroportuario todavía no dicen por qué es viable”.
“El aeropuerto es insostenible. Nos está devastando a toda la cuenca del valle de México. Ante el anuncio de López Obrador de que va a dar cuenta este miércoles para definir la viabilidad del aeropuerto, los pueblos venimos a decirle y darle los argumentos del por qué no al aeropuerto”, explicó Del Valle ante los medios.
Las afectaciones, según el movimiento, abarcan a pobladores de Atenco, San Pablito, Tezoyuca, Teotihuacán y San Felipe, entre otros.
“¡Estamos aterrados!”, dijo Angélica González, señalando su casa amenazada por el hoyo cavado en un cerro del que trabajadores y maquinaria extraen el tezontle, la piedra rojiza utilizada para la construcción del nuevo aeropuerto.
“Con ese temor vivimos, de que cualquier día colapsen nuestras viviendas… No tengo a dónde irme”, dijo encogiéndose de hombros la septuagenaria de Tezoyuca, donde se erige la terminal aérea cuyo destino se debatirá desde hoy.
De continuar la obra, se prevé que la primera parte del aeropuerto esté lista en 2020 para atender a 70 millones de pasajeros, y hasta 125 millones en 2060. La actual terminal capitalina tiene capacidad para 32 millones de viajeros, pero el año pasado atendió a 44 millones.