Un ojo al gato y otro al garabato

Menudo tiempo de incógnitas el que nos ha tocado vivir! Tiempo éste, marcado por la incertidumbre en muchos ámbitos de nuestra vida. Tiempo que nos obliga a mirar con acuciosidad lo que está sucediendo; lo mismo en casa que en otras latitudes. Lo mismo en lo inmediato que aquello que se mira venir en el largo plazo. Como quien dice, un ojo al gato y otro al garabato.

Y en este caso, el garabato es ese que se dibuja en el horizonte señalado por el año 2060 y el cual ha sido analizado por la OCDE en un interesante análisis prospectivo, de esos en los que se pretende adivinar el futuro, publicado este año con el nombre deThe Long View: Scenarios for the world economy to 2060i.En él se trazan algunos escenarios para la economía global en 2060, caracterizados, entre otras cosas por el envejecimiento de la población, una mayor presión fiscal para los gobiernos, restricciones al comercio global y una participacióneconómica más relevante de China e India.

Estos escenarios pondrán una presión que reducirá la tasa de crecimiento del PIB global de 3% a 2% para 2060 si no se toman medidas para evitar esta tendencia.

Si se asume un escenario en el que continúa el statu quo presente en las políticas laborales, de gasto público y apertura económica alrededor del mundo, la tendencia marca una mejora lenta en la calidad de vida (medida por medio delPIB per cápita) en los países de la OCDE. Éstos mejorarían tan sólo entre 1.5% y 2% su PIB per cápita por año en los próximos 40 años.

India y China representarán una proporción cada vez mayor de la producción mundial (entre 20% y 25% del PIB mundial) para 2060.

China alcanzará un PIB de 62 billones de dólares e India de 56.3 billones, frente al PIB estadounidense de 37.5 billones de dólares.

Es decir, China e India crecerán hasta tres veces de tamaño, mientras que la economía de Estados Unidos crecerá solamente el doble de su actual tamaño. Los niveles de vida en los países BRIICS (Brasil, Rusia, India, Indonesia, China y Sudáfrica) también aumentarán, pero a un ritmo mucho más lento, pasando de un crecimiento de 6% anual en la década pasada, hasta poco más del 2% para 2060.

Estos escenarios de crecimiento plantean que la productividad de los países no será suficientepara soportar la calidad de vida de una población que envejece. Las reformas necesarias para enfrentar este cambio involucran la apertura en tres mercados que impactan directamente la producción: el trabajo, la inversión y los bienes. De llevarse a cabo, estas reformas podrían mejorar el PIB per cápita en nueve puntos porcentuales para 2060.

Respecto a la primera reforma, el envejecimiento dará mayor peso al capital en la economía, reduciendo el valor del trabajo.

Algunos países de la OCDE, a partir de 2045, se enfrentarán a tasas de población en edad laboral negativas; lo que quiere decir que habrá más personas que no trabajan comparado con aquellas en el mercado laboral. Implementar reformas en el mercado laboral que mejoren la inclusión de los jóvenes, los migrantes y las mujeres generaría un aumento en el empleo en los países de la OCDE de 6.5% a partir de 2040.

Así mismo, en esta circunstancia, las reformas para contener la inflación de los costos de atención médica se están convirtiendo en una prioridad.

En el caso de México, se estima que éste mostrará un crecimiento del PIB per cápita de 1.9% anual hacia 2060, que, si bien es mayor al 1.7% actual, representa un crecimiento insuficiente. Entre los factores que explican esto se encuentran precisamente una tasa de población en edad laboral negativa. México, como otros países de la OCDE, experimentará una tasa de empleo decrecienteque llegará a cero por ciento para 2060, generando una situación en la que no se crean nuevos empleos.

Un componente de esta reforma laboral tiene que ver con la entrada a una economía digital, la cual puede mejorar los ingresos en edades pensionables al transmitir habilidades digitales nuevas a esta población. Esto también podría, a su vez, elevar la tasa de empleo agregado de las personas mayores en los países de la OCDE en más de 5 puntos para 2060.

En relación a la segunda reforma sobre gasto público, los BRIICS tienen un amplio margen para invertir en gobernanza y en objetivos relacionados con la educación. Si estas economías alcanzan el promedio de la OCDE en estos aspectos para 2060, los niveles de PIB per cápita podrían crecer entre 30% y 50% respecto al presente. Estas reformas incluyen el fortalecimiento del estado de derecho, protección a derechos de propiedad y cumplimiento de contratos. Mientras que, en educación, representan expandir la cobertura y la calidad.

México, Argentina, Colombia y Turquía son los países con los puntajes más bajos en gobernanza y educación y podrían beneficiarse de llevar a cabo reformas en este sentido. El cambio demográfico hacia el envejecimiento creará presiones fiscales importantes. La OCDE calcula que se requeriría aumentar los ingresos fiscales en un promedio de 6.5 puntos del PIB en 2060 para satisfacer el gasto público en salud y pensiones, sin incurrir en deuda pública.

Hablando finalmente de la tercera reforma necesaria y, contemplando un escenario negativo, la OCDE estima que, si continúa la tendencia contra la liberalización del comercio, podríamos regresar al nivel de aranceles de 1990. El comercio no solo permite la entrada de bienes, sino también la transferencia tecnológica; por lo que detenerlo puede reducir la productividad de las economías emergentes. Asimismo, es necesario liberalizar el mercado de trabajo para permitir la entrada de trabajadores migrantes. Una reducción en el comercio reduciría el PIB per cápita, considerado una medida de los estándares de vida, en 14% para el mundo en general y de un 15% a un 25% en los países más afectados. O sea, ¡un garabato!

Y mirando ese posible garabato, conviene que nos cuestionemos si lo que se ve venir, tanto en lo local, como en el ámbito internacional, atiende a estas problemáticas y a estos escenarios. ¿Son las políticas del próximo gobierno en materia educativa, laboral o de inversión pública las indicadas?

¿Las señales relacionadas con la liberalización comercial en el mundo son favorables? Me temo que no parece ser así. Ojalá que me equivoque y que no nos encontremos dentro de 40 años en medio de un terrible garabato.