Peligros de tomar leche cruda y por qué está de moda

Tomar leche cruda es algo que se ha convertido en actualidad estos últimos días, pero que viene de lejos. Responde al afán de volver a consumir productos más naturales, algo que se puso de moda hace unos años (cuando se empezaron a cuestionar los transgénicos) y que en 2016 se extendió en Estados Unidos en forma de ley que permite comerciar leche cruda.

Antes de seguir, debemos entender como »leche cruda» aquel producto que no solo no ha sido procesado para acabar con microorganismos patógenos (la leche UHT), sino que tampoco ha sido hervido, o pasteurizado, para acabar con dichos organismos. Es decir, se trata de leche recién extraída que se toma sin ningún filtro.

Y sí, tiene consecuencias, ya que es algo tremendamente peligroso para la salud de la población en general, pero también para niños, personas mayores y embarazadas, que pueden sufrir desde problemas intestinales hasta otras afecciones mucho más graves.

Ahora bien, ¿por qué un tema de 2016 se ha puesto de moda en España? Bien, la Generalitat de Cataluña ha aprobado un decreto (17/2018 de 17 de julio) que permite que se pueda vender de forma directa leche cruda de vaca, dejando en el consumidor toda la responsabilidad a la hora de procesarla (hervirla) para consumirla.

Claro está, esto es »si se desea», ya que desde diferentes puestos del Gobierno aseguran que no hay peligro en consumir este tipo de leche cruda debido a las excepcionales medidas de control que tienen las granjas productoras. Como podemos leer en La Vanguardia, Teresa Jordá, consellera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación ha afirmado que tomar leche cruda es tan seguro como »abrir la nevera, coger un muslo de pollo e intentar comérselo después de cuatro semanas allí».