El Parlamento israelí aprobó una ley que define a Israel como la patria del pueblo judío y fija que la concreción del derecho a la autodeterminación en este país es exclusiva del pueblo judío. La llamada “ley Nación-Estado” establece también que Jerusalén unida es la capital israelí y el hebreo su lengua oficial, además de que establece que el desarrollo de los asentamientos judíos es un valor nacional.
La nueva ley fue aprobada por 62 votos contra 55, con dos abstenciones. AymanOdeh, parlamentario árabe, señaló que la ley equivale a la declaración de que “Israel no nos quiere aquí” y considerará a los árabes-israelíes como ciudadanos de segunda clase. Por su parte el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, indicó que la aprobación constituye un momento de definición y agregó: “Larga vida al Estado de Israel”.
Un reporte de Al Jezeera señaló que la aprobación del ordenamiento despertó temores de que se registre discriminación abierta contra la comunidad palestina.
Por su parte, el Centro Legal para los derechos de la minoría árabe recordó que a la fecha 65% de las leyes israelíes discriminan a los palestinos que residen en los territorios ocupados.
En Israel, de los nueve millones de habitantes, 1.8 millones, alrededor de 20%, son palestinos.