Ángel Sepúlveda, agradecido con la pelota

  • El refuerzo de Chivas muestra gratitud por la carrera que eligió, la cual le ha permitido cumplir sueños y promesas.

Su pasión por el futbol lo llevó a cometer varias travesuras involuntarias en la casa de sus padres, en Cenobio Moreno, Apatzingán, en el Estado de Michoacán. Su mejor amigo era el balón, con el cual tiraba a donde quiera. Todo lo veía como portería y Ángel Sepúlveda quebró muchas tejas en casa. Su mamá, evidentemente se molestaba. Y el ahora goleador le hizo una promesa, que cuenta contento vistiendo ya la casaca de Chivas.

Ángel Sepúlveda ha vivido innumerables experiencias dentro de una cancha de futbol, muchas de ellas buenas, otras no tanto, pero ha llevado consigo dos en especial que han marcado su carrera profesional.