El presidente de Francia, Emmanuel Macron, gritó, manoteó, gesticuló y se emocionó como cualquier otro de sus paisanos durante la final del Mundial de Futbol Rusia 2018 que terminó por conquistar la selección gala.
Desde el palco de honor reservado a políticos, invitados especiales y otras personalidades en el estadio Luzhniki, Macron dejó a un lado los protocolos para vivir como auténtico aficionado el partido entre las selecciones de Francia y Croacia que los galos ganaron 4-2.
Las muestras de júbilo del mandatario francés contrastaron con la tristeza de la presidenta croata, Kolinda Grabar-Kitarovic, quien también observó el encuentro desde el palco.
Otros de los presentes en la platea fueron el presidente ruso, Vladimir Putin, el emir de Qatar, el jeque Tamim bin Hamad al-Thani, que será el anfitrión del próximo Mundial; el expresidente galo Nicolas Sarkozy, y el polémico el mandatario sudanés, Omar Hassan al-Baschir.
También estuvieron el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, la esposa de Macron, Brigitte, y varios exfutbolistas legendarios.
Ya en la ceremonia de premiación, Macron no escatimó besos, abrazos y muestras de cariño a sus compatriotas, en especial con el delantero sensación Kylian Mbappé y el técnico Didier Deschamps, quien se convirtió en el tercero de la historia en ganar el Mundial como jugador y entrenador.
Fiesta en París
El gobierno francés anunció este domingo que el presidente Macron recibirá a ‘Les Bleus’ en el Palacio del Elíseo tras la competición.
La recepción de los flamantes bicampeones mundiales está planeada para este lunes, aunque aún no se define la hora.
El encuentro estaba pactado ganara o perdiera el combinado galo.
Tras el partido final, decenas de miles de personas han abarrotado las calles de París y otras ciudades francesas para celebrar el segundo título de su selección en la historia de los mundiales.