Con las lluvias y encharcamientos proliferan los mosquitos

Empiezan las lluvias, inundaciones y el calor, tres elementos propicios para el desarrollo de los molestos mosquitos, que además de provocar molestias en la piel por sus piquetes, también pueden ser vectores de enfermedades graves como Dengue, Sika y Chikungunya o fiebre amarilla, es decir que trasportan una enfermedad de un lado a otro, de ahí lo peligroso de su proliferación, por lo que se deben tomar las medidas necesarias para evitar su proliferación y en su caso para evitar las picaduras.

Los mosquitos, si bien se desarrollan más en climas tropicales aumentan también en otras partes debido a las lluvias que provocan inundaciones y encharcamientos.

El mosquito transmisor es muy pequeño, mide apenas 7 milímetros. Las hembras de este mosquito, Aedes aegypti, son el principal transmisor del zika, el dengue y la chikungunya, tres enfermedades que amenazan, a día de hoy, la mayoría de los países de la región.

Estos mosquitos suelen picar durante el día, principalmente a primera hora de la mañana y a última de la tarde, y viven tanto en interiores como en exteriores. Si el piquete proviene de una hembra infectada puede transmitir la enfermedad al inyectar su saliva, la cual puede contener cuatro tipos de enfermedades: zika, dengue, chikungunya o fiebre amarilla.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), este insecto, de color oscuro y manchas plateadas, utiliza como criaderos espacios de agua reducidos, tanto naturales como artificiales ya que depositan sus huevos en recipientes que contienen agua limpia, y en dos o tres días, éstos se convierten en larvas, que crecerán después hasta ser zancudos adultos.

De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, este mosquito puede picar sin que nos demos cuenta porque «se acerca por detrás y ataca en los tobillos y en los codos».

Por eso, advierten los expertos, es importante erradicar posibles criaderos de agua estancada, además de utilizar insecticidas y repelentes sobre la piel y la ropa.

Pero ¿cuáles son las diferencias si las tres enfermedades las produce el mismo mosquito?

– Dengue: Mareo, dolor detrás de los globos oculares (retroocular), manchas rojas, náuseas y vómitos, dolor de cabeza, debilidad, fiebre alta, pérdida de peso y sangrado de la nariz y encías. Es conocida como la «fiebre rompehuesos» por los dolores articulares y musculares que producen. Ya existe vacuna contra el dengue.

– Chikungunya: Dolores intensos en articulaciones de pies y manos, dolor muscular, náuseas, cansancio, dolor de cabeza, manchas rojas, conjuntivitis, fiebre alta. México y Ecuador son dos de los últimos países afectados por esta enfermedad, cuyo nombre proviene de una dolencia africana que se traduce como «doblarse de dolor».

– Zika: Ojos rojos, conjuntivitis, dolor de cabeza, dolor muscular, aftas, fiebre baja, dolor de espalda, sensibilidad a la luz, picazón, dolor en las articulaciones, inflamación que suele concentrarse en manos y pies erupciones con puntos blancos y rojos en la piel, y posible daño fetal en caso de estar embarazada y ser picada por el mosquito. Con menos frecuencia se presentan vómitos, diarrea, dolor abdominal y falta de apetito.

Ante cualquiera de estos síntomas, se debe acudir al médico de inmediato para un diagnóstico certero y atender sus indicaciones.

Pero lo más importante es prevenir el contagio, usando repelente de mosquitos, mosquiteros, fumigando, no exponiéndose a horas de madrugada o cayendo la tarde en zonas donde haya mosquitos y evitando acumulación de agua estancada en cualquier sitio, usando manga y pantalón, lavar los recipientes y taparlos, voltear cubetas y botellas para evitar acumulación de agua.

En caso de estar embarazada, acudir a control prenatal, o al médico si se presentan algunos de los síntomas mencionados. Y evitar automedicarse.